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La misteriosa discreción de Diana Navarro

Diana Navarro cumple 37 años. Lleva 20 en la música.

Diana Navarro cumple 37 años. Lleva 20 en la música.
Diana Navarro en esRadio | Archivo

Celebra este 21 de abril Diana Navarro treinta y siete primaveras, desde su venida al mundo en la barriada malagueña de Huelín, donde desde muy niña se familiarizó con el folclore andaluz, los cantes autóctonos. Veinte años lleva en la música y exactamente diez ya conocida en toda España, aclamada como una de las mejores voces de la copla. Desde luego hoy ninguna de sus rivales le gana en flamenquería: ni siquiera Pastora Soler ni tampoco Pasión Vega, con quienes compartió espectáculo, "Azabache, 20 años después", estrenado en 2012, que duró hasta septiembre del año siguiente. No quiere decirse que las dos últimas citadas reúnan inferiores condiciones para la canción española: poseen magníficas voces, estilo propio también. Pero, en quejío flamenco como complemento Diana Navarro se revela como la más poderosa.

Fue hace sólo una veintena de días cuando, en un hueco en sus actuaciones (ha estado en Barcelona cantando coplas y flamenco en un teatro abarrotado, para que en la Generalidad se enteren de que allí gusta lo español) volvió a su Málaga del alma, vestida impecablemente para la ocasión, de negro, con mantilla y peineta. Era una procesión mañanera, la de Jesús el Cautivo. Y allí estaba Diana Navarro subida a una pequeña plataforma, rodeada de centenares de enfervorecidos testigos, para entonar una emotiva saeta. Se persignó, se santiguó al comienzo y al final y elevó al cielo su oración hecha cante, que así se define una saeta. Cante difícil. No todos los flamencos profesionales la interpretan adecuadamente. Diana Navarro, sí. Diez minutos preñados de arte y de sentimiento. Les remito a la grabación de You Tube que recoge esos momentos tan especiales. Terminado lo cual la artista malagueña se llevó la mano derecha al rostro para limpiarse las lágrimas. Ella misma se había también emocionado.

De raíces andaluzas y manchegas vive a caballo entre su residencia granadina y su piso del madrileño barrio de Malasaña. Preserva su vida privada a cal y canto. Ninguna fotografía la compromete en ese sentido. Puede que quien ocupa su corazón sea la persona más cercana de su entorno profesional, pero ella no suelta prenda. De una belleza muy española, elegante en sus maneras, en el vestir, en el modo de manifestarse. No descarta en un futuro alternar la canción con su faceta dramática. Que la tiene, aunque no sea muy del dominio público. Por ahí circula un cortometraje, Yocasta, donde demuestra también que es una estimable actriz. Lo que ahora esperan de ella sus admiradores, que se cuentan por miles, bien ganados a pulso con su voz, es su próximo disco, del que casi nada se sabe porque tanto ella como su casa discográfica dan la impresión de que así lo han querido, rodeado un tanto de misterio. Diana Navarro simplemente dice: "Es el disco de mi vida, con temas propios, aunque algunos son en colaboración con otros autores". Por lo visto nada tendrán que ver con sus grabaciones anteriores y podrían sorprender por sus arreglos y por el acompañamiento electrónico. ¿Un disco de Diana Navarro en clave pop? Eso parece.

Muy diferente a sus grabaciones anteriores, cuando a partir de 2005 se dio a conocer con el álbum "No te olvides de mí", del que destacó sobremanera "Sola", en dos versiones, una de ellas "a capella", que impactó. Luego vendrían "24 rosas", "Camino verde", que se editó en 2008 y, creemos, es el Cd más divulgado de los suyos, una selección de míticas coplas como "Ojos verdes", "María de la O", "Vino amargo", "Campanera", la que daba título al disco… "Género chica", así, en femenino, recogía sus versiones de romanzas zarzueleras con arreglos actuales: "La paloma", de "El barberillo de Lavapiés", el "Tango de la Menegilda", de "La Gran Vía", "La Tarántula", de "La Tempranica"… Un experimento algo discutible aunque Diana Navarro demostrara su enorme capacidad para afrontar géneros muy distintos.

Mejor nos gustó en el anterior disco de esa trilogía variada, "Flamenco", de 2011, donde estaba "en su salsa". "La esencia", de 2013, doble disco donde reunía una antología de su obra en uno y en otro duetos con Armando Manzanero, Pablo Alborán, Sergio Dalma, Dúo Dinámico, María Dolores Pradera… Brilló en solitario con sus versiones de "Summertime" y "Ancora qui". El bagaje discográfico de la artista malagueña es tan variado que recoge la identidad de una artista poco común. A diario, en la serie de televisión "Amar en tiempos revueltos" se la escucha en la sintonía. Con su voz nos puede trasladar a muy diversos géneros. Y siempre, al menos, con la imprescindible calidad. Otra cosa es que nos parezca más adecuada en un estilo o en otro. Pero como en la variedad está el gusto, según el viejo refrán, por mucho que se disperse, Diana Navarro siempre será esperada con interés.

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