El presentador de La Voz, Jesús Vázquez, es entrevistado en la revista Lecturas, donde habla de su tarea en el espacio de Telecinco, de su trayectoria, y de algún triste escándalo del pasado del que, afortunadamente, logró demostrar su inocencia.
Vázquez, a punto de cumplir unos espléndidos 50 años, sigue siendo después de muchos años uno de los principales rostros de la cadena de Mediaset. Desde la isla de Pascua, ha hablado de momentos de su vida y el denominado caso Arny, un proceso judicial en el que se acusó de abusos a menores a diversas personas y que tuvo lugar en 1995.
"Nos acusaron cuando yo jamás había estado en el Arny ni en ningún otro local de ese tipo", mantiene. "Aquello me costó la vida. Además no sabía cómo defenderme porque ni siquiera sabía de qué me hablaban. Jamás había estado en ese local, ni conocía a nadie de quien me hablaban, ni a los dueños. Sentí una impotencia terrible". Tuvo que desplazarse a Sevilla para evitar los insultos.
Además, cuenta en Lecturas que al proceso judicial se unió la muerte de su madre, que ya estaba débil de salud cuando comenzó el escándalo. "Perderla fue lo más trágico de mi vida. Ella estaba delicada de salud y, aquello, como fue un proceso de más dos años de instrucción, no lo pudo superar. Aunque ella lo sabía, murió antes de que mi inocencia fuera oficial".
Después de que todo acabase, Vázquez salió reforzado. "Sé lo que es tocar fondo y empezar de nuevo. Ahí comenzó la mejor etapa de mi vida", dice. Aunque, eso sí, quedan secuelas de la angustia: "Tengo el nombre de la jueza instructora grabado, jamás voy a volver a pronunciarlo".