Los Reyes han emprendido su viaje a París para iniciar allí el programa oficial de la primera visita de Estado del reinado, que fue suspendida en marzo como consecuencia del siniestro del Airbus de Germanwings y que ahora coincide con el aniversario del anuncio de abdicación de don Juan Carlos.
El avión de la Fuerza Aérea en el que viajan don Felipe y doña Letizia despegó en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tras una ceremonia de despedida con honores para la que ha acudido al Pabellón de Estado de la terminal T-4 el presidente del Senado, Pío García-Escudero, así como el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, acompaña a los Reyes en esta visita de Estado a Francia en tres días de apretada agenda con actividades político-institucionales, culturales y económicas durante los que el Monarca pronunciará ocho discursos.
Para la ocasión, Letizia ha lucido un nuevo look de Felipe Varela compuesto por chaqueta en seda cady piedra con cinta de macramé y falda en seda de tonos arenosos. Además, ha lucido la misma cartera que llevó en la proclamación de Felipe VI, todo ello combinado con unos salones en pitón de Magrit.
Se trata de la segunda salida al exterior de Letizia en apenas unos días. La semana pasada, la reina afrontó su primer viaje oficial de cooperación a Honduras y El Salvador, siendo recibida con honores en ambos lugares, como si de una estrella de cine se tratase.
A su llegada a París, tras una ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Orly, don Felipe y doña Letizia han efectuado la tradicional ofrenda ante la tumba del soldado desconocido, bajo el Arco del Triunfo, donde fueron recibidos por el presidente François Hollande, un honor reservado a pocos mandatarios.
Hollande les acompañó a continuación al Grand Palais para visitar la exposición "Velázquez y el triunfo de la pintura española" antes de desplazarse al Palacio de Marigny, donde el Rey condecoró a autoridades y funcionarios franceses por su labor ante la catástrofe aérea de Germanwings. El presidente francés volverá a ejercer de anfitrión en una cena de gala organizada en el Elíseo.