Según publica Interviú, Maribel Cabello, la directora de la cárcel de Alcalá de Guadaíra donde está recluida Isabel Pantoja, trató de dimitir dos veces por los rumores de trato de favor que los medios de comunicación difundían sobre la cantaora.
La funcionaria, que lleva al frente de la cárcel once años, anunció en varias ocasiones que quería abandonar al sentirse "cuestionada y nada respaldada". Todo ello, incluso, antes de que llegara Pantoja. En todas las ocasiones, los responsables de Instituciones Penitenciarias rechazaron el ofrecimiento.
"Sentía que sus jefes daban más credibilidad a lo que veían en Sálvame que a lo que ella les contaba, que cuestionaban su gestión de la estancia allí de Isabel Pantoja", explica la revista.
El goteo de filtraciones y denuncias era constante. Se habló de que Pantoja fumaba en zonas no habilitadas, que se pintó y arregló su celda, que comía caña de lomo y departía con la propia Cabello, o su supuesta pelea con dos internas. Todo ello desgastó a la directora, que tuvo que ver cómo 56 funcionarios de Adip denunciaron un supuesto trato de favor.
Prisiones abrió una investigación y envió dos inspectores a la cárcel. El informe fue contundente y exculpó a la directora de todo trato de favor a Pantoja.
A todo se añade su decisión en octubre del año pasado, un mes antes de la llegada de Pantoja, de enviar un escrito a sus superiores detallando las denuncias de cinco reclusas contra un funcionario al que acusan de haber conseguido sexo a cambio de favores o coacciones. Varias funcionarias también le pidieron no compartir turno con ese compañero, y el empleado fue imputado y suspendido. Su esposa pertenece al sindicato Acaip y también trabaja como funcionaria de prisiones, siendo una de las firmantes que denunciaron ese trato de favor a Pantoja.