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Rosa Belmonte

Como William Holden

Un muerto en la piscina no es lo mismo que un pelo en la sopa. El marrón de Demi Moore es considerable.

Un muerto en la piscina no es lo mismo que un pelo en la sopa. El marrón de Demi Moore es considerable.
Un muerto en la piscina de Demi Moore | Cordon Press

Un muerto en la piscina no es lo mismo que un pelo en la sopa. El marrón de Demi Moore es considerable, aunque nadie de la familia estuviera en su casa de Los Ángeles cuando apareció el cadáver. Ni siquiera alguna de esas hijas de nombres tan rimbombantes, sureños y literarios: Rumer, Scout y Tallulah. La mayor estaba de gira con Dancing with the stars y las dos pequeñas en Nueva York esperando a su madre para celebrar el lunes 20 el cumpleaños de Scout. Según los vecinos, las chicas organizan fiestas día y noche. Pero parece que la fiesta de la noche del sábado, tras la cual murió Edenilson Steven Valle, de 21 años, estaba organizada por un asistente de Demi Moore.

La actriz se encuentra a la vez en estado de shock y fuera de la ciudad, donde también estaba (es más, estaba fuera del país) cuando el óbito. Por lo menos no le ha pasado como al gobernador de Louisiana Edwin W. Edwards antes de que lo metieran en la cárcel por corrupción. Su regla de oro de la política: "Que nunca te pillen en la cama con una chica muerta o con un chico vivo". Pero que pillen un chico muerto en tu piscina tampoco viene bien a nadie. Aunque no estés. A no ser que seas Gloria Swanson y vaya a empezar El crepúsculo de los dioses.

William Holden fue un narrador muerto y flotante en la obra maestra de Billy Wilder. Años después llegaría la novela Desde mi cielo de Alice Sebold, donde la niña violada y asesinada contaba su historia. Pero hay que reconocer que William Holden lo hizo antes. Un muerto flotando (siempre boca abajo) es un recurso cinematográfico muy común. El primer episodio de la tercera temporada de Ray Donovan acababa con uno. Aunque impresionaba más el perro en la cama de la mujer de Ray. Más grande que el caballo de El Padrino, aunque este hubiera estado entero.

Maggie Gioberti de Falcon Crest también moría en la piscina. Uno de los accidentes más tontos de la historia de la televisión. Richard Channing le había regalado un anillo. Un anillaco. Maggie y Emma, esa adorable Margaret Ladd a la que hemos vuelto a ver como mujer de Macolm McDowell en Mozart in the jungle, estaban fuera de la piscina y al niño Kevin se le caía al agua un soldado de juguete. Maggie se lanzaba para recuperarlo y el anillo se le enganchaba en la rejilla del fondo. Y así salió el personaje de la serie. Animando a la gente a no bañarse con joyas.

En Ghost no había ningún cadáver en la piscina. Ni siquiera había piscina. Sólo barro. Aunque Patrick Swayze sí que está ahora bien muerto. La película ha cumplido 25 años. En Estados Unidos se estrenó el 13 de julio de 1990 (a España llegaría el 14 de diciembre). Qué gran momento para tener un muerto en la piscina.

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