Lecturas sigue exprimiendo a los personajes que más juego han dado en Supervivientes. En esta ocasión, la revista entrevista a Nacho Vidal, el actor porno que quedó finalista en el reality. Está casado con Franceska Jaimes, una estrella del cine para adultos, y con ella tiene dos hijos. Está orgulloso de su paso por el concurso, ya que cree "que ha demostrado que es mucho más que una bragueta".
Aprovecha la entrevista para reconocer y narrar varias de las trampas que hizo en la isla de Honduras. "Por la noche metía ropa en el saco y hacía una especie de muñeco para que pensaran que estaba dormido y me iba a robar comida por la isla", cuenta. Confiesa que lo ha pasado muy mal, tanto que "los cámaras que le grababan le daban abrazos y besos porque le veían muy mal y es algo que no hacían con los demás".
No guarda buen recuerdo de Fortu. "Me parece una persona egocéntrica, psicópata, cascarrabias, artificial, falso, pelota, interesado, mal compañero, mal amigo y con muy mala energía", le describía el actor porno. Y es que considera que "se convirtió en el blanco perfecto" para lo demás concursantes y que al ser "una persona impulsiva" lo aprovecharon para sacar lo peor de él. Aunque vivió momentos muy malos en la isla, "un día se despertó con una erección", pero que como tenía al lado a Rafa y a Fortu "no hizo nada".
Sin lugar a dudas, lo más sorprende es cuando revela que sus hijos "no saben qué es la pornografía ni saben a qué se dedican sus padres". Aunque antes o después se enterarán, todavía no quieren hablar del tema porque creen "que no habrá que decir nada, que lo van a ver", pero es consciente de que, cuando llegue el momento, será complicado.
No tiene relación con una de sus hijas
Tuvo una hija, Candela, durante una época que estuvo separado de su mujer y que actualmente tiene 9 años. Su madre, Rosa, se llevó a la pequeña al extranjero al poco de nacer. No sabe nada de ella y prácticamente nunca han tenido relación. Tiene claro que va a luchar por la pequeña hasta el final para poder formar parte de su vida, aunque eso le lleve a acabar en los juzgados.
Cuando sus padres se enteraron de su profesión
En la entrevista confiesa que no tuvo que contarle a sus padres a lo que se dedicaba ya que "su madre veía ropa de látex y modelitos muy raros en casa", hasta que un día directamente le preguntó si se dedicaba al porno y ya le dijo que sí. "En mi casa se sabía que yo era una persona muy sexual. Desde muy jovencito llevaba mis novias a casa y mi madre me oía en la habitación de al lado 'pum pum pum'..." explica Vidal.