Ocho meses y diez días después de entrar en prisión, Isabel Pantoja salía de la cárcel el pasado 30 de julio con un segundo permiso penitenciario, esta vez de seis días en lugar de los cuatro de los que disfrutó en su primera salida el pasado 1 de junio.
Pasaban las 11:00 de la mañana cuando Pantoja, presa en la cárcel de Alcalá de Guadaíra desde el pasado 21 de noviembre con una condena de dos años por un delito de blanqueo de capitales, salió de prisión.
A diferencia del primer permiso, en el que la vimos muy sonriente y hasta maquillada, en esta ocasión salió muy seria y sin hacer gestos triunfales como entonces, salvo un beso al aire para las fans que la esperaban desde varias horas antes. Además, esta vez sí llevaba sus gafas de sol.
La llamativa blusa roja de la primera vez y la cara maquillada han dado paso esta vez a un look mucho más sobrio, aunque el estilo de la blusa era similar. La tonalidad era color vainilla y lucía unos pantalones muy cortos que permitían ver la delgadez de sus piernas, aunque en conjunto Pantoja parece haber ganado unos kilos. El pelo estaba recogido en su característica coleta y también llevaba sus sempiternas gafas de sol.
Entremedias ha mediado una fuerte polémica de la mano de la denuncia de funcionarios de prisión, y una investigación de Interior que ha desmentido la mayor y exonerado de trato de favor a los responsables de la cárcel.
Isabel Pantoja salía de la mano de su hermano Agustín, quien llevaba una bolsa y le ayudaba a entrar en el coche que la esperaba a las puertas de la prisión, a tan solo unos metros de distancia de donde decenas de medios de comunicación luchaban por conseguir la mejor imagen de la cantante.
La salida del coche con la cantante sentada en el asiento de copiloto fue muy complicada ya que periodistas, cámaras, fotógrafos y admiradores rodeaban el vehículo impidiendo su avance.
El coche se dirigió hacia Cantora donde no está previsto que la cantante salga en los cuatro días de permiso y donde se reunirá con todos los suyos para celebrar su 59 cumpleaños, que tendrá lugar el próximo domingo.
Allí, la primera visita que recibió Pantoja fue de su hija Chabelita y su nieto, que llegaron en el coche de Anabel Pantoja para, por fin, hacer una visita a su madre tras muchos meses sin hablar. La joven lleva algunas semanas asegurando en la prensa que se siente marginada en la familia, por lo que estos días con su madre le servirán a modo de consuelo.
Tal y como publica Hola, Kiko Rivera no pudo acudir al estar atendiendo otros compromisos, en este caso profesionales.