Recuperados, casi casados (o eso se desprende de sus palabras) y sin crisis. Así está siendo el verano cañón de Kiko Matamoros y Makoke, cuyo verano cañón aparece desglosado en una extensa entrevista en QMD! en la que ambos lucen tipazo en la playa. "Ya me puedo casar con Makoke", anuncia orgulloso el colaborador de Sálvame,
La crisis que existía entre ambos parece ya despejada. Dice él que duró diez días, en los que estuvo "fuera de casa en un hotel", una de las broncas más duras que han tenido.
Ahora, con ambos de vacaciones en la playa, retoman sus planes de boda. Kiko ya tiene el divorcio y si ésta no se ha producido, es porque hay que cumplir unos plazos. "Primero para inscribir en el registro el divorcio, que está en trámite aunque a punto. Luego, tengo que ir a firmar al Ayuntamiento de Pozuelo".
"Estoy más orgulloso del cuerpo de mi mujer que del mío. Está bastante más buena que yo", dice Kiko, que posa en bermudas con su futura esposa en bikini. Es más, dice haber recibido muchas propuestas de sexo en su trabajo, "pero siempre de chicos", y "nada" de mujeres.
Reconoce también que ha tenido muchos excesos en su vida privada, en sus "juergas". "Y de vez en cuando los cometo", aclara. "Mi forma de vida no se entiende muy bien desde fuera, pero he vivido así desde siempre, los 16 años". Kiko lo deja claro: -"no vivo para divertirme, me divierto para vivir".
Y a raíz de esto, aprovecha para dar toques a sus compañeros de programa, sobre los que habla alto y claro en la entrevista. "Hay veces que me he ido al plató sin dormir, pero luego recupero horas de sueño. Y en todo caso siempre se puede echar una cabezada en el plató, sobre todo cuando está hablando Karmele, las locuciones de la Bollo que son inerminables, o las noticias de Lydia que no me las creo".