Isabel Pantoja continúa generando expectación. Ya son 17 días los que lleva ingresada en la clínica de Sevilla, y su caso va a ser debatido en el Congreso de los Diputados por los permisos carcelarios extraordinarios y tratos de favor.
La cantante ingresó el pasado 4 de agosto, unas horas antes de tener que regresar al centro penitenciario donde cumple condena, aquejada de diabetes y una severa alteración renal. La polémica suscitada no se debe a su estado de salud, sino a que permanezca internada en una clínica privada y no pública, con lo que se habría alterado el protocolo ordinario de Instituciones Penitenciarias. El próximo día 25 es la fecha límite de este último permiso concedido, y si los médicos que la atienden deciden darle el alta antes, su ingreso en la cárcel se efectuaría en ese mismo momento.
Su hermano Agustín no se ha movido de su lado en los días que lleva la artista hospitalizada. Tan sólo han ido a verla sus hijos Kiko y Chabelita y su sobrina Anabel, con la que mantiene una magnífica relación.
Su abogado, Carlos Esteban, niega que su cliente haya recibido trato de favor alguno. A primeros del pasado mes de julio le rechazaron el tercer grado, pero esa decisión podría cambiar debido a su estado de salud.
Isabel Pantoja, por diferentes motivos, siempre crea una gran expectación en torno a lo que ocurre tanto a ella como a su alrededor. Su próxima entrada en prisión estará rodeada de mutismo, cuando sería mucho mejor que se hiciera de una manera más natural, pero esa situación en la tonadillera es imposible.