El fallecimiento de Lina Morgan arroja diversas incógnitas. Una de ellas es el destino de la que se presume una cuantiosa herencia, dado que la actriz no se hablaba con muchos de sus amigos y ella misma consideraba que carecía de familia, pese a la existencia de sobrinos.
Uno de ellos, Julio López, hizo un intento de visitarla, pero no pudo ser. Había instrucciones de que no se le permitiera el paso.
La herencia de Lina Morgan, que LOC sitúa en el entorno de los 10 millones, podría recaer en la figura de su chófer y persona de confianza, Daniel Pontes, nombrado por ella misma tutor legal durante su enfermedad.
Teniendo en cuenta que la actrz se había deshecho hacía poco del teatro que fue de su propiedad, venido por siete millones de euros, así como de su prodigiosa colección de joyas y vestuario, la cantidad de dinero no es en absoluto desdeñable. Su piso en la calle Samaria, muy cerca del Parque del Retiro en Madrid, resulta igualmente valioso.
Todo ello pese a que se fue deshaciendo muchas de sus propiedades en los últimos años. Tenía dos empresas dedicadas al espectáculo y otra, Telasa SL., dedicada al alquiler de pisos, pero todas ellas fueron vendidas.
Tal y como publica LOC, Lina Morgan no trabajaba desde el año 2008, pero no necesitó gastar nada de su fortuna personal, amasada tras una vida de duro trabajo, en estos últimos años de su vida.
Con toda seguridad, gran parte de este dinero acabará dedicado a causas benéficas, dado el compromiso de la actriz con diversas organizaciones, pero se asume que Daniel Pontes será el destinatario de la otra parte. El testamento, sin embargo, de momento es una incógnita.