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Rosa Belmonte

'Don’t get me wrong'

A la famosa bloguera Gala González no le gusta que la llamen bloguera. Dice que se considera influencer porque con su trabajo influye en las personas.

A la famosa bloguera Gala González no le gusta que la llamen bloguera. Dice que se considera influencer porque con su trabajo influye en las personas.
Chrissie Hynde | Cordon Press

A la famosa bloguera Gala González no le gusta que la llamen bloguera. Dice que se considera influencer porque con su trabajo influye en las personas. Madre mía, si yo pensara que lo que escribo influye en las personas dejaba de escribir y me ponía a fregar escaleras. Qué responsabilidad. Claro, que tomarse en serio debe de ser el primer paso para el éxito, sea esto lo que sea. "Todo lo que necesitas en la vida es ignorancia y seguridad en ti mismo. Entonces el éxito está asegurado", decía Mark Twain con mucha razón.

Chrissie Hynde, la líder de los Pretenders, se ha metido en un lío recordando la violación que sufrió a los 21 años y que cuenta en su autobiografía, Reckless, que está promocionando. Seguramente se ha metido en un lío porque también se la considera una influencer. Fue violada por un tiparraco de una banda de motos en Ohio quien, después de ofrecerle un paseo en la moto, la llevó a una casa vacía y la asaltó. En una entrevista en The Sunday Times ha dicho que asume la responsabilidad de lo que le pasó. "Si juegas con fuego te quemas". "Si voy por ahí en bragas y borracha, ¿de quién es la culpa?". Aparte de recordar que no hay que llevar tacones porque entonces no podrás huir. Ya le han recriminado estar sugiriendo que las mujeres deben vestirse para no ser violadas y que un asalto sexual es el riesgo que asumen por salir y vivir. Que traslada la responsabilidad de prevenir violaciones a las víctimas y revive el mito de que los hombres son bestias incontrolables. Ella se ha defendido con que se trata de cuestiones de sentido común.

Hace meses se criticó al Ministerio del Interior por unos consejos que daba para evitar violaciones. Es verdad que eran parecidas a lo de "no seque usted al gato en el microondas". Pero es que a veces creemos ser todos Ortega y Gasset y como mucho somos Ortega Cano. De aquellas advertencias enumeradas en la web del Ministerio se decía lo mismo que de Crissie Hynde. Que si responsabilizaban a la mujer, que si eludían responsabilidades. Pero, como las conclusiones de Hynde, tenían bastante que ver con el sentido común: no hacer auto-stop, no caminar por descampados, no exhibirse en casa con las cortinas abiertas… También recomendaba llevar un pito. Un silbato. No vamos a recordar lo rancio de la sentencia de la minifalda y otros desatinos, pero lo que no termino de entender es que las propias mujeres no reconozcan que ser mujer implica estar en alerta permanente. Y que eso no es descargar a nadie de responsabilidades sino asumir una realidad.

Kate Mulgrew, la Red de Orange is the new black, también contó su violación en las memorias publicadas este año (Born With Teeth). Fue un tipo que se coló en su apartamento y la amenazó con un cuchillo. "Nunca lo culpé. Fue algo absolutamente impersonal". No pasa nada si no culpas al violador, cosa que tampoco hace Hynde, pero como te culpes tú… Dentro de poco se tiene que pone a cantar "Don't get me wrong" (no me malinterpretes).

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