Del creador de "Necesito viagra para mi señora, y en la farmacia me han dicho que vaya a esa joyería" y de "Se acercó lentamente y me susurró al oído: 'tengo una zapatería'", llega "Con las joyas en los tacones". Sí. Hemos cambiado las joyas por los tacones, o las joyas por la bisuta, como diría nuestra querida Carmen Lomana. Hace no mucho leía en Twitter una petición pública reclamando que los hombres dejaran de regalarnos bombones y flores; aquéllos engordan y éstas se estropean y hay que tirarlas. Así que creo que el asunto queda entre joyas y zapatos.
Esto de joyería por bisutería -ahora que estamos en la semana de MadridJoya y Bisutex que comparten el mismo espacio en IFEMA- me ha despertado mucho interés. Es todo un fenómeno social ver cómo los jóvenes prefieren 20 anillos de hojalata y coloridas piedras de plástico a un anillo de plata, por ejemplo, que equivaldría al mismo precio. Si algo me gusta de la mentalidad de las japonesas es su adoración por la calidad. Hablo del prototipo de mujer japonesa de clase media y con estudios -no de esas fashion o branding victims, claro-. Tiene tres pares de zapatos, tres bolsos, dos relojes. Ahora bien: esos zapatos son de Dior, Manolo Blahnik y Jimmy Choo; los bolsos de Hermés, Vuitton y Chanel; y los relojes de Cartier y de Bulgari. No sé si es un asunto de espacio de armario o de mentalidad. Aquí en Occidente una puede llegar a tener hasta 40 pares de zapatos, que, sumada la cantidad de lo que cuesta cada par, podrían alcanzar en su conjunto el precio de un buen par de zapatos. Quizá sea más un asunto de valorar la calidad. En Occidente, más es más; en Asia más es menos. Una cuestión de cultura. Aunque el materialismo agresivo de China, es otra historia. Tendríamos que entrar en el debate de cómo una nación que sufre el Comunismo se lanza al capitalismo agresivo, como está ocurriendo en Rusia.
Retomando las joyas, si te quieres salir del reloj tradicional, te puedes sumar al reloj inteligente, como han hecho ya algunas firmas de moda, como es el caso de Tous. En España tenemos otra firma que está pegando fuerte en esto de ir con los avances de las tendencias. En realidad hoy ya pocos miran el reloj para ver la hora. Por lo que estamos hablando de dos extremos: o reloj-móvil o reloj-joya. Y es que AVIADOR, a cuyo fundador Adolfo Arroyo hemos podido entrevistar estos días en MADRIDJOYA, se adapta a las necesidades de su público; un público moderno, joven y amante del diseño. Joya e inteligencia son compatibles.
Por cierto, ¿sabíais que Coronel Tapioca ha vuelto y lo hace especializado en relojería de la mano de un nuevo grupo? Me he quedado asombrada al ver un stand integrado en el de Grupo Ayserco en donde una renovada marca mostraba esa fusión entre el "safari" y el urban style. Pronto escribiré de cómo una marca puede morir de éxito y cómo puede ser rescatada, partiendo de este ejemplo.
La novedad es que Aviador no sólo creará relojes conectados con tu móvil sino que también tendrán un diseño moderno y actual, y no esa estética "estándar" que vemos en muchos relojes. Yo me sigo sorprendiendo de que firmas como Rolex, Bulgari, Cartier, Tag Heuer, entre otras tantas, no se hayan sumado a esta casi ya "necesidad".
¿Qué ocurre? ¿Que Bulgari es tan sumamente superior a los mortales que eso de conectarse con el email no va con ellos? Bueno, tiempo al tiempo. Si no puedes contra tu enemigo, únete a él. Los chinos ya pueden ir teniendo una doble labor: la de copiar el diseño, como llevan haciendo décadas, y la de copiar el mecanismo interno de funcionamiento, que también se les da de lujo. Aunque yo a veces prefiero olvidarme los relojes y los móviles en casa, para dejarme perder en el tiempo.