Lilian Tintori, la bella esposa de Leopoldo López, se ha convertido en la voz del opositor venezolano después de que el régimen de Maduro lo encarcelara. Pero ambos están unidos no sólo por la pasión por la política. Su relación, que arrancó en 2003, surgió como un flechazo en la que no han faltado momentos llenos de romanticismo.
Según recuerda este sábado La Razón, la pareja se conoció en 2003 en una cena compartida con un amigo común. Lilian cuenta que quedó fascinada por López, que ya ejercía como alcalde de Chacao. Ambos hablaron durante horas de su amor por Venezuela, por la política, de los problemas que estaba teniendo el opositor y de sus proyectos de vida. Según Tintori, "fue fascinante porque no se acababan los temas de conversación".
López fichó a Tintori, campeona nacional de kitesurf, como asesora de deportes. A partir de ese momento, sus vidas se unen. Ella, licenciada en Educación Preescolar, con estudios de Comunicación Política y presentadora de Radio Caracas Televisión empezó a compartir con López su amor por la política. En 2006, tres años después, López se arrodilló ante ella con un anillo. Le pidió su mano y le avisó de que si se casaba con él, se "tenía que casar también con Venezuela". "Esa frase ha simbolizado cada paso del camino que hemos hecho juntos", cuenta.
Al enlace siguió el nacimiento de sus hijos, Manuela, de seis años, y Leopoldo Santiago, de dos. En febrero de 2014, su historia quedó truncada por el encarcelamiento de López, que se despidió de su esposa con un beso que dio la vuelta al mundo. Atrás quedaban años de felicidad juntos y aficiones compartidas, en especial el deporte. Dicen que en los primeros días de López en prisión, Tintori se acercó a la cárcel de Ramo verde a cantar una bachata. Se la dedicó a su esposo.