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Ana Diosdado y Carlos Larrañaga, un amor que sobrevivió a la separación

El matrimonio duró dos décadas, pero su amor pervivió.

El matrimonio duró dos décadas, pero su amor pervivió.

"Al teatro sólo se falta muerto". Ana Isabel Álvarez-Diosdado Gisbert repetía esa frase, con la que resumía su posición ante una profesión que vivió desde que nació, de la mano de sus padres, los también actores Isabel Gisbert y Enrique Diosdado-, pero también ante la vida.

Una vida que se ha apagado de manera súbita e inesperada, en plena reunión de la entidad de la que formaba parte, la SGAE. De momento, se desconoce la causa de la muerte ni si tiene relación con la leucemia que padecía desde hace varios años, aunque el juez ya ha firmado el parte de defunción.

Admitiendo a regañadientes que tenía "talento", aseguraba que sobre todo lo que siempre ha sido es una mujer con suerte. Por eso, decía, había estado con personas tan especiales como el que fue su marido 20 años, Carlos Larrañaga, o ha sabido encajar tan bien siempre con el público. "Suerte, mucha suerte, eso es lo que yo tengo", remachaba.

Una gran historia de amor que se remonta décadas atrás, a un matrimonio que se prolongó durante 20 años. Larrañaga y Diosdado se casaron en dos ocasiones, una en Londres en la primavera de 1979. Posteriormente en Toledo en noviembre de 1987. La unión se acabó definitivamente en 1999, pero incluso entonces persistió el amor.

Cuando el actor falleció en verano de 2012, Ana estuvo a su lado en todo momento, pese a haberse separado de él algunos años antes. "Le quise y aún le quiero", confesó en su momento la actriz, una vez el actor falleció.

La relación siguió siendo buena, tanto que Larrañaga le confió a Diosdado la publicación de sus memorias. Ella tenía constancia de la fama de mujeriego del actor, de toda la vida.

Tal y como confirma ¡Hola!, la relación de la actriz con los anteriores hijos del actor con Maria Luisa Merlo -Pedro, Luis y Amparo- siempre fue buena. También con la que Larrañaga tuvo con Ana Escribano en 2007.

La creadora llevaba inmersa en la escritura de una novela sobre Juana de Arco "varios años" y en la dramatización de la vida de su madrina, la actriz Margarita Xirgu, un tiempo también largo pero, como todo, quería hacerlo con sosiego, reposo y reflexión.

A pesar de que nació en Buenos Aires -en mayo hizo 77 años-, y que tenía la doble nacionalidad, se consideraba entera y totalmente española, porque, argumentaba, "genes y vida así lo mandaban".

Los problemas de salud no le eran ajenos: Diosdado fue diagnosticada de leucemia crónica en 2013; y en agosto de 2014 sufrió un derrame cerebral.

Una de las dramaturgas más relevantes de la escena española, discreta y lúcida como pocas, según la actriz Amparo Larrañaga, dedicó 52 de sus 77 años a escribir, actuar y dirigir en un país que ella fue retratando a medida "que crecía", como bien refleja su serie para televisión Anillos de oro (1983), que creó e interpretó dirigida por Pedro Masó. Ahora descansa en paz con su gran amor, como dos leyendas de la escena española.

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