La separación de Mario Vargas Llosa y su esposa Patricia es un hecho. No el divorcio, que sólo conseguirán tras una dura negociación, una vez se presenten los papeles.
Pero tal y como informa Paloma Barrientos en Vanitatis, la esposa del escritor ha decidido abandonar Madrid para establecerse de nuevo en Lima, dejando libre su residencia en la capital española.
La enorme casa, ubicada en el Barrio de los Austrias y adquirida en el año 2002, fue durante todos estos años la residencia habitual del matrimonio. Ahora, con Mario Vargas Llosa establecido en Villa Meona, la casa de Isabel Preysler, Patricia no quiere vivir en el que fue el domicilio conyugal.
La casa, sin embargo, sigue abierta para sus tres hijos aunque no para el escritor, que no posee llave de ella. En Perú, Patricia Llosa podrá estar con amigos y su madre, ya anciana y que requiere cuidados, intentando pasar página a lo sucedido.