Ana Obregón fue una de las muchas invitadas que no quiso perderse la inauguración de la nueva tienda de la diseñadora Teria Yabar en pleno barrio de Salamanca de Madrid. La actriz comentó lo duro que está siendo el ver a su madre después de haber sufrido un ictus, que le ha dejado unas importantes secuelas tanto de psicomotricidad como de habla.
"Mi vida ahora se reduce a cuidarla y estar con ella, siempre que me lo permite mi trabajo", comentó con tristeza. Obregón está de gira con la obra de teatro Sofocos, en la que tiene un papel importante, "Estoy feliz con el personaje que interpreto, pero es muy difícil hacer comedia y tener el problema familiar. Lo que ha tenido mi madre es muy grave, la recuperación es muy lenta, y para todos nosotros es muy doloroso verla así", declaró.
Anita no tuvo ningún problema en explicar con pelos y señales cómo se encontraba su madre. "Ya le han dado el alta, esto le ocurrió en Palma de Mallorca donde mi familia tiene una casa. Después de un tiempo hospitalizada, se le pudo trasladar a Madrid y aquí es donde está haciendo la rehabilitación. Va poco a poco, pero el camino es muy difícil y muy lento. Estamos todos volcados con ella".
En el terreno profesional no le puede ir mejor. "Aparte de la obra de teatro, tengo varios proyectos en Estados Unidos, uno de ellos un programa de televisión, que por las circunstancias familiares se ha aplazado, y en marzo, tendré que ir a Nueva York al estreno de la película americana Santiago Apóstol. Aparte, me han ofrecido otra, pero voy a intentar retrasarlo.
Ana, según explicó, está encantada al no tener pareja. "Llevo así tres años, y de verdad que estoy feliz. Si no hubiera sido por lo de mi madre, diría que son los mejores años de mi vida". Al preguntarle por su hijo, se le ilumina la cara. "Alex es estupendo, qué va a decir su madre. Estoy muy orgullosa de él, es muy trabajador, y ha sido muy buen estudiante. También lo está pasando mal con el tema de su abuela, a la que adora". Concluyó.