Belén Esteban acapara la portada de Semana a colación de sus (im)pagos a Hacienda. Dice la revista que la colaboradora de Telecinco ha conseguido salir a flote, y que el embargo de sus casas -incluyendo su chalet de Paracuellos- ya se ha levantado. No obstante, su piso de soltera aún está en el punto de mira del fisco, que la persigue por el impago de los IRPF desde 2006 hasta 2008.
Esteban fue objeto de tres inspecciones, tal y como se dio a conocer en el mismo programa donde colabora, Sálvame. La colaboradora tuvo que poner a disposición de Hacienda sus casas por una serie de deudas fiscales que, según se dijo en su momento -en unas informaciones negadas tajantemente por Esteban- ascendían a más de 300.000 euros, a lo que habría que sumar los intereses de demora y costas de este tipo de procedimientos. Tras el pago de esta cantidad, el embargo sobre Paracuellos se ha levantado, dice Semana.
Aunque la popular princesa del pueblo ya habría saldado esa deuda, aún quedan trámites por solventar que motivan que sobre Paracuellos todavía oscile el péndulo de Montoro. En el registro sigue figurando el embargo de esa finca, que consta de un chalet de tres dormitorios, cuatro baños y 300 metros cuadrados, a los que hay que sumar los 400 de parcela que incluyen el garaje, la bodega y varias terrazas, informa la revista. Esta propiedad quedaría libre.
No ocurre así con otra de las casas de Belén sobre la que Hacienda fijó sus miras: se trata de la que está ubicada en el barrio de Las Rosas, en San Blas, el piso donde vivió hasta que adquirió ese chalet. Esta propiedad sigue estando a nombre de una de sus empresas, Beandre Patrimonial S.L., cuya hipoteca se volvía a constituir a favor de la Agencia Tributaria por un total de 344.546 euros. Por lo tanto, figura como garantía por la deuda contraída con Hacienda, por lo que sigue señalada por este órgano hasta que el año que viene Esteban pueda completar el pago de esa deuda.
La sanción de la que se hablaba en su momento era de unos 600.000 euros, más o menos el valor de los dos inmuebles juntos. Ahora, la situación ha mejorado notablemente, aunque todavía quedan deudas que pagar.