Christina Aguilera ha decidido pasar unas fiestas muy divertidas y beber un poco más de la cuenta. Al menos es lo que hizo en la fiesta anual que el humorista Seth MacFarlane celebra en Beverly Hills, California, donde estuvo a punto de caerse encima de un árbol de Navidad tras ingerir alguna que otra copa de más.
Según los medios estadounidenses, el creador de "Padre de familia" y cantante de jazz contaba para la fiesta con una orquesta de 50 personas e invitaba a muchas de las celebridades allí congregadas a unirse a él en el escenario para cantar juntos.
Tal y como explica un testigo, "Seth pidió hasta cinco veces a Christina que cantara con él, pero ella se negaba. Era una desastre y la razón por la que no se levantaba es porque estaba borracha". Aguilera, subida a unos tacones Louboutin de 15 cm, tuvo que ser sujetada del brazo por una persona a cada lado para salir del lugar. Su representante no ha hecho ningún comentario al respecto.