La creación de un buen método de estudio que desterrara al máximo la desmotivación ha sido la meta profesional del profesor y pedagogo José Pascual desde el año 1980. Hoy, 35 años después de su fundación, el Instituto Pascal de Técnicas de Estudio y Estrategias de Aprendizaje puede presumir con sus resultados de haber entrenado adecuadamente a más de 300.000 alumnos, así como de incluir entre sus disciplinas la preparación de las tan temidas como ansiadas oposiciones.
"En mis clases observaba cómo muchos alumnos no tenían metas u objetivos. Estaban desmotivados, les costaba concentrarse, tenían baja la autoestima y, sobre todo, no tenían un buen método", explica Pascual. En lugar de hincar codos, de seguir el método "machaca" todavía en boga hoy en día, el pedagogo quiso apostar por otro camino que él mismo resume en un ejemplo práctico: "Imaginemos que yo vengo a Madrid por primera vez y le pregunto al primer municipal que me encuentro: "Por favor, ¿podría decirme a qué he venido yo a Madrid? Eso es lo que les pasa a muchos estudiantes que no saben dónde van."
Pascual quiso hacer el tiempo de estudio más "rentable, duradero y entretenido", para que a partir de ahí fuera el propio alumno quien hiciera el resto y aportara lo demás. Y todo comienza con un lápiz, una sencilla herramienta que en el instituto Pascal utilizan como una caña de pescar. "Ponerse delante del libro con los codos sobre la mesa y las manos sujetando la cabeza es la mejor manera de dormirse -explica-. Con el lápiz buscan marcadores, submarcadores, ideas principales, secundarias, detalles y subdetalles. Cuando hace esto, no tienen más remedio que estar concentrados".
Un método que se aplica, naturalmente, al estudio de las oposiciones. "Porque un opositor es un alumno que estudia a largo plazo, que tiene que aprenderse miles de artículos de los diferentes códigos; necesita un método que le permita aprenderlos y retenerlos durante meses, y a veces durante años". Tal y como explica Pascual, aprenderse centenares de temas requiere de un trabajo que rinda a largo plazo, por lo que "aprendérselo palabra a palabra" es, simplemente, inútil y requiere, además, de una adecuada preparación psicológica, al margen del propio método de estudio, "para no decaer, mantenerse motivado, mejorar su autoestima, su valía". Y para muestra, el ejemplo de Elías, un exalumno de Pascal reconvertido en profesor que no sólo sacó su oposición -"para la que había solo una plaza", dice orgulloso el entrevistado-, sino que todavía recuerda el temario. Elías "empezó como profesor de Pascal hace 32 años", explica José.
Entremedias, naturalmente, una serie de pasos que "entretienen, motivan, animan y, en definitiva, llevan a aprender de una manera más eficaz y duradera", basada en la memoria y la imaginación. Pascual reniega de aprenderse los temas de memoria, un proceder que, para empezar, "confunde la memoria con el memorismo". Para el fundador del Instituto Pascal, la memorización es otra cosa, una mezcla adecuada de entendimiento, comprensión y voluntad de profundizar en el objeto de estudio.
En el fondo de todo este método estratégico, lo que habita es un profundo respeto por el cerebro humano, "un órgano portentoso, flexible, al que, si le facilitamos la tarea haciendo un buen estudio, ordena y además piensa, discrimina y prepara para tomar decisiones". Una concepción que se trata de lograr en los alumnos, pero que se aplica también a los profesores. "Son psicólogos y pedagogos, seleccionados por Pascal de entre los más brillantes, y se forman a lo largo de su andadura y estancia en el Instituto Pascal".
Pueden contactar con el Instituto Pascal a través de su web, institutopascal.es, o en el teléfono 91 519 49 69.