La crónica rosa de Es la mañana de Federico avanzó con Beatriz Cortázar, Carlos Pérez Gimeno y Rosa Belmonte lo ultimo del denominado "Toñogate". La separación y presunta estafa de Sanchís, el representante de toda la vida de Belén Esteban, lleva días acaparando titulares de la prensa rosa.
Ahora, "Toño tiene una política nueva -explicó Cortázar en esRadio-. Fíjate que él ha sido representante y ha animado a Belén a dar la cara, y ahora que él es noticia, ha optado por no hablar".
Una consigna que, tal y como señaló la periodista en Es la mañana de Federico, se ha aplicado también a su oficina, que se niega a responder preguntas y llamadas. Tal y como explicó la propia Belén en la noche del viernes en Telecinco, en la que habló gratis (para que Toño así no se llevara su comisión), el contrato todavía sigue en activo pese a que Toño no sea su representante, ya que "un contrato hay que rescindirlo y el suyo puede seguir todavía" dependiendo de lo que tuviera firmado. Pidió que Toño acudiese a hablar al Deluxe, cosa que según la crónica rosa tendrá que ocurrir... tarde o temprano.
Mientras, Toño Sanchís ha cerrado su oficina de Madrid. Su empresa de representación de artistas que estaba ubicada desde hacía años en el centro de Madrid, se acaba de trasladar, quizá buscando algo más barato y económico después de que muchos de sus representados hayan decidido prescindir de sus servicios. Algunas de las cajas que salieron del despacho decían "documentación" o "gestoría", justo lo que le reclama Belen para aclarar las cifras. Entre los enseres que salieron de la oficina pudimos ver algunas cajas y también sillas y otros objetos, incluso un lavabo.
Mientras, Belén daba su versión en el Deluxe del viernes, un programa en el que -debido a las probables limitaciones del proceso en curso- todo el mundo estuvo extrañamente "flojo", tal y como lo calificó el director de Es la mañana, Federico Jiménez Losantos.
Tal y como señaló Cortázar, "la víctima real es Belén. Le han devuelto 300.000 euros y sólo eso demuestra que las cosas no estaban claras, ya que nadie devuelve ese dinero de buenas a primeras". Las dudas se extienden incluso a uno de los últimos escándalos de Belén antes del "Toñogate", el de su crisis sentimental con su novio Miguel.
"Fue rarísimo todo, después de la bochornosa actuación de Belén en Gran Hermano VIP, pensé que la ruptura por la infidelidad de él era una excusa para romper. En ese momento pensé que era pánico de Miguel. Nadie creyó la infidelidad, nunca apareció la susodicha", opinó al respecto Beatriz Cortázar.