La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha tratado los más variados asuntos del mundo del corazón. Entre ellos, los rumores sobre Ana Boyer y sus presuntas dificultades para aceptar al nuevo amor de su madre Isabel Preysler, el escritor Mario Vargas Llosa. Y es que, tal y como recordó la periodista Beatriz Cortázar, hay que recordar que Ana es hija del fallecido Miguel Boyer, no como los demás vástagos de Isabel, y que además ella vivía en casa en los peores momentos del exministro, antes de su fallecimiento.
"Hubo rumores sobre que Ana Boyer no estaba en Miami, y desde allí me llamaron diciendo que estaba ahí, que era falso que no hubiera ido, y que allí estaban también Mario Vargas Llosa, la madre de Isabel, los sobrinos y hasta los hijos de la hermana que falleció", dijo Cortázar en los micrófonos de esRadio, desmintiendo que la hija de Isabel Preysler hubiera decidido no estar con la familia sólo porque allí estaba Vargas Llosa.
Unos rumores de distanciamiento familiar que se amplían a otros, como Ana y Enrique, que también son falsos: "Están todo el día al teléfono", se enunció en la crónica rosa de Es la mañana de Federico.
El origen de todo puede encontrarse en unas declaraciones de Chábeli Iglesias que, un tanto ambiguas, fueron sin embargo malinterpretadas.
"En un acto de Swarovski en Barcelona, dijo que para Ana todo había sido más complicado", explicó Cortázar respecto al romance de Preysler con Vargas Llosa. "Pero no porque ella esté en contra, sino porque había sido más complicado para ella. Boyer era su padre y ella vivía en la casa, tenían mucha cercanía". Otra cosa son las palabras concretas de Chábeli, que si "las quieres mirar de otra forma", lo podrías hacer, dijo la periodista en esRadio.
"Pero Ana, en persona, ese mismo dia nos dijo que para nada. Ana e Isabel vivieron el final de Miguel, porque Tamara ya estaba fuera de casa". Ana Boyer, por tanto, fue testigo directo de "cómo estaba su madre Isabel, cómo casi no salía de casa" en esa última etapa de vida de Miguel. Y es que -tal y como recordó la colaboradora de Es la mañana de Federico, "Boyer no quería que Isabel saliese ni de su ángulo de visión. Pudo llevarle a un centro pero no quiso. Eso lo ha visto su hija, y cómo se lo va a reprochar". Luego de distanciamiento con su madre o Vargas Llosa, esta vez nada de nada.