Es el hombre más buscado del entorno que rodea a Telecinco, pero con todo el revuelo que se ha montado, Toño Sanchís prefiere guardar silencio y pasar desapercibido, refugiándose en su familia y haciendo vida normal. El exrepresentante de Belén Esteban -y de la mayoría de rostros conocidos de Mediaset- decidió cerrar su oficina tras perder el contrato de gran parte de sus representados más fuertes.
Su negocio iba como la seda y con él se podía permitir una agencia de representación de artistas de tamaño considerable en el centro de Madrid. Pero ante la espantada de famosos y el aluvión de medios de comunicación en la puerta de su oficina, Toño prefirió echar el cierre. Ahora se ha instalado en una nueva oficina mucho más modesta en la madrileña zona de Suanzes, desde la que continuará trabajando en sus compromisos profesionales.
Tal y como informaba Beatriz Cortázar en El Programa de Ana Rosa, no está previsto que la que fuera mano derecha de la princesa del pueblo se mude a Valencia y deje a sus dos ayudantes al cargo del negocio. A pesar de estar muy afectado por la situación y por lo que él considera un "linchamiento mediático", prefiere guardar silencio y dejar que sus abogados trabajen en las denuncias que se han vertido contra él.