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Bertín Osborne vs. Mario Casas: dos generaciones de galán español

El actor gallego Mario Casas desembarca hoy en el programa de Bertín. Son dos generaciones distintas de galán español.

El actor gallego Mario Casas desembarca hoy en el programa de Bertín. Son dos generaciones distintas de galán español.
Mario Casas y Bertín Osborne | TVE

Bertín Osborne recibe este miércoles en su casa a uno de los galanes de moda, el gallego Mario Casas. Será un plato fuerte para las féminas, y no me refiero al momento en el que ambos se introduzcan en la cocina del cantante, donde por cierto quien llevará las riendas culinarias en la presente ocasión será una de las hijas del anfitrión, Alejandra, de su primer matrimonio con Sandra Domecq, que les preparó una receta mexicana durante la filmación del programa. Es Mario Casas un galán de cine que hasta el presente no se ha distinguido por dar ningún escándalo; antes al contrario se trata de un tipo normalísimo, guaperas que procura no dar la nota.

Nacido en La Coruña hace veintinueve años, es el primogénito de una modestísima familia compuesta de cinco hijos, el menor de año y medio. El padre era albañil y ante las dificultades económicas probó suerte en Cataluña, adonde se llevó a los suyos. La madre tuvo a Mario con poco más de dieciséis años. El chico les salió, amén de resultón, muy trabajador y ya adolescente –sin duda animado por sus progenitores, sobre todo la mamá- debutó como modelo de "spots" publicitario de varias marcas conocidas. Como quiera que aquel mundillo le resultó fascinante, con el que podía ganar un buen dinerito y ayudar a su familia, decidió ser actor, instalándose en Madrid. Con buen criterio, se matriculó en la escuela de Cristina Rota, por donde han pasado ya un par de generaciones de actores. Y así fue aprendiendo el oficio.

El primer "casting" importante al que se sometió fue el de su debut ante las cámaras cinematográficas. En 2006. Antonio Banderas nada más verlo no dudó en contratarlo para su película como director El camino de los ingleses. Con el internacional galán malagueño Mario Casas volvería a coincidir en el rodaje de Los 33, de próximo estreno, donde se cuenta la peripecia de ese número de mineros chilenos que tras estar sepultados varias semanas pudieron ser felizmente rescatados. En total, Mario Casas lleva ya quince películas, las últimas ya con papeles relevantes. En una de ellas, fechada en 2010, Tres metros sobre el cielo, que recaudó diez millones de euros, se enamoró de su pareja, María Valverde, prolongando en la vida real lo que había protagonizado en la ficción. Cuatro años estuvieron de relación y cuando en su entorno todos creían que eran una pareja sólida y tal vez con pretensiones nupciales, resulta que de la noche a la mañana se dijeron adiós. Aviesos paparazzi que les seguían sostienen que la culpa de esa inesperada ruptura la tuvo otra mujer. Es muy posible que sea verdad esta teoría.

Lo cierto es que el pasado año Mario Casas se marchó a Gran Canaria, contratado para rodar Palmeras en la nieve. Y cuando se encontró cara a cara con su compañera de reparto, su corazón debió darle un vuelco. Y se enamoró de ella. ¿Es Berta Vázquez la causante de que se acabara su relación con María Valverde? Parece que sí, aunque ninguno de los tres diga "mu" al respecto para sacarnos de dudas. En Palmeras en la nieve, que ha tenido un excelente recorrido en taquilla, Mario y Berta viven tórridas escenas de amor. De ahí a la realidad, sólo medió un paso.

Y siguen juntos, en la creencia de que él no vaya a repetir jugada cuando lo llamen para otra película con chica "boom" incluida. Claro que Berta tiene su palmito y pudiera ocurrir al revés, si nos planteamos tal hipótesis. A pesar de ese nombre, esta atractiva actriz y cantante, morena de piel, responde en realidad en su pasaporte a Birtukan Tibebe, apelativo que a primera vista no sería el más adecuado para anunciarse en las carteleras, sobre todo con ese apellido, tan cercano a bromas y chirigotas tomando una birra. Nació en Kiev (Ucrania), de padres etíopes. De momento no nos consta que vivan juntos, aunque no estarán lejos de fijar su nido de amor.

Resulta que Mario Casas aún no se ha emancipado y reside con sus padres y hermanos en una urbanización de El Escorial. Eso sí: como su padre conoce bien el mundo de la construcción, ya ha recibido el encargo de su hijo para que se encargue de levantarle un chalé en los terrenos que adquirió el popular actor muy cerca de donde ahora moran, en la localidad de Torrelodones, a veintiocho kilómetros de Madrid. Muchacho sencillo y afable, confiesa sentirse incómodo cada vez que va a un lugar público y las admiradoras lo acosan por todos lados. Es la parte ingrata de la popularidad. Le espera un próximo estreno, Toro, que rodó con Luis Tosar. Y en su agenda ya tiene otros proyectos. Porque es uno de los hombres de moda en el cine español.

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