Un año después del lío de Anna Allen por las mentiras en su curriculum, las invenciones de la actriz siguen siendo recordadas y comentadas. El escándalo fue tal que hasta los medios internacionales (como el Daily Mail, E! News o Mirror) se hicieron eco de la noticia y a estas alturas aún la gente sigue sin entender por qué Allen infló su filmografía de una manera tan evidente.
La joven dejó de aparecer en público tras el escándalo. No se sabe nada de la catalana desde hace un año, ni quisiera su paradero, y no parece que el asunto se vaya a aclarar próximamente. Ahora, La Otra Crónica publica nuevas deudas y engaños de la actriz de 38 años, en este caso a la agencia austriaca F-Eleven Production, empresa que realiza sesiones fotográficas para magazines de moda. Según le cuenta el fotógrafo Jürgen Hammerschmid al diario, Allen contrató sus servicios para vender las imágenes a ¡Hola! y a la edición americana.
La sesión fotográfica se hizo entre enero y febrero del año pasado pero, como poco después se desvelaron todas las mentiras de la actriz y ésta desapareció, nunca pagó a la empresa. "Hubo un hotel de lujo, limusina, muchos vestidos, joyas… Le dijimos que se quedara con algunas piezas si iba a los Oscar. Sólo de la sesión me debe 3.000 euros", confiesa Hammerschmid. También desvela al diario que "ha contratado a un detective privado que la está buscando por todo el mundo" y que, aunque no cree que la encuentren, lo está intentando.