La próxima semana se conocerá el resultado de la prueba oficial de ADN que solicitó el médico forense tras las la demanda de paternidad presentada por Manuel Díaz El Cordobés. La extracción de sangre se produjo el viernes por la mañana y Manuel Benítez y su hijo -parentesco confirmado por una prueba privada a la que se sometió el torero- acudieron por separado. Esta semana, además, Benítez generaba otro titular: se separa de su mujer Martina Freyssa después de 50 años casados, cinco hijos en común y otros tres extramatrimoniales.
Pero la lucha por conseguir el reconocimiento de su padre no es exclusiva de Manuel Díaz. Ya lo consiguió en su día Mari Ángeles Benítez Raigón, la única hija ilegítima del torero que consiguió el apellido de su padre en el año 2000 previo paso por los tribunales. En este caso, Manuel Benítez también se negaba a someterse a la prueba biológica, pero al juez le bastó con la aportación de pruebas paterno-filiales de Mari Ángeles, una serie de recuerdos de la infancia que probaban la relación, como cartas o fotografías.
A pesar de llevar sus apellidos, lo que más ansía esta mujer de 47 años es el cariño un padre. En unas declaraciones ofrecidas a La Razón, Mari Ángeles se sincera sobre la relación y desearía que apareciera por la puerta de su restaurante en Córdoba para abrazarla. "Es un sueño que tengo desde que soy pequeña", asegura.
Sobre la separación del torero de su mujer, Mari Ángeles confiesa que no se lo esperaba: "Me he quedado muerta (...) A mí siempre me pasaba dinero bajo cuerda, sin que lo supiese su esposa, hasta que le interpuse la demanda para que me reconociese como hija legítima que soy". Al parecer, padre e hija sí tenían algo de relación, pero se rompió cuando llegaron a los tribunales: "Lo vi unas seis veces, pero tras la decisión judicial desapareció y dejó de pasarme la pensión", explica.
El patrimonio de Benítez
Durante la entrevista, Mari Ángeles asegura haber escuchado que la separación es una mentira y se trata de una estrategia para proteger la herencia de los hijos extramatrimoniales. "¡Qué tonto, qué tonto!, reacciona indignada ante esa posibilidad. "Siempre hemos dicho que mi padre no ha tenido contacto con nosotros, con los hijos fuera del matrimonio, porque Martina se lo impedía. A ver si ahora le echa huevos a la vida, porque los ha tenido en el mundo del toro pero con la vida no", reflexiona la hija de El Cordobés.
Aun con todo este revuelo, su hija le recuerda con gran cariño y siempre le ha defendido. "De amigos como los que tuvo mi padre también le separaba yo, eran un poco buitres. Le sacaron todo lo que pudieron. Sobre todo, en sus inicios como torero", asegura apenada, reconociendo que no cree que su padre se acuerde de ella en estos momentos, aunque con algo de esperanza.