El fracaso de Pedro Sánchez tras las dos votaciones de su proceso de "no investidura" ha sido un duro golpe no sólo para el secretario general de los socialistas sino también para su mujer Begoña Gómez Urzaiz. Y es que la esposa de Sánchez se veía con un pie dentro de Moncloa, lo reconocen los amigos íntimos del matrimonio y el círculo que la ha acompañado en los últimos meses. "Nos vemos en Moncloa", era la frase que a Begoña le gustaba repetir en los debates televisivos durante la pasada campaña electoral, según algunos miembros de la Academia de Televisión, y tal como recoge La Razón.
La mujer del líder socialista pensaba ya en mudarse a la sede presidencial: "Ha pasado de estar preparada para La Moncloa a decepcionada por no llevar un cambio de estilo". Asegura su entorno que se ha llevado un chasco después de que Pedro Sánchez no haya conseguido ser investido presidente del Gobierno. Adiós a "Los Obama españoles", tal y como se le conoce en el equipo de Sánchez.
A Begoña la conocimos el día que apareció junto a su marido vestida de rojo, con una enorme bandera de España a su espalda, de la mano, con aires de modernidad, muy al estilo norteamericano. Según el citado medio, los que formaron parte de su preparación, destacan su actuación de "perfecta media naranja" y su planes para el futuro: "Tuvo claro que quería y podía llegar a La Moncloa".
Se conocieron en la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense y se enamoraron durante una fiesta de amigos. Una mujer nacida en Bilbao, moderna y bien formada, con fuerte carácter que cortó la fama de ligón de Pedro Sánchez. Hace aproximadamente diez años que se casaron en el Ayuntamiento de Madrid en una ceremonia civil oficiada por Trinidad Jiménez y tienen dos hijas en común.
Sus planes se han ido al traste y el futuro se perfila incierto, pero en su entorno aseguran que no ha tirado la toalla y todavía apuesta por su marido. "Cariño, el paseo hacia La Moncloa no ha terminado", le dice todavía Pedro Sánchez.