José Fernando, el hijo díscolo de Ortega Cano y Rocío Jurado, se ha tatuado la cara de su madre en el hombro con motivo del aniversario de su muerte. El joven recuerda así a "la más grande", que falleció hace casi diez años que se cumplirán el próximo 1 de junio, razón por la cual está siendo objeto de diversos homenajes familiares.
Muy recuperado de sus recientes problemas con las drogas e incluso con su vida sentimental en orden, José Fernando presume de madre con un detallado retrato de Rocío Jurado tatuado en su hombro derecho.
La imagen difundida por El Programa de AR no deja lugar a dudas, y contrasta con los tibios homenajes familiares, centrados en las disputas pese a los esfuerzos de los implicados.
En la memoria reciente está todavía la fallida reunión para presentar el sello de Jurado orquestada por Rocío Carrasco, a la que solo acudieron Ortega Cano y Gloria Camila, y que reportó a la hija mayor de la cantante severas críticas por ahondar aún más en la división familiar.
Ninguno de los Mohedano se presentó al acto organizado en el Teatro Real de Madrid, aunque más mediática todavía fue la reprobación de Gloria Camila a Rociíto y la periodista María Teresa Campos, en el caso de esta última a raíz de un gesto desafortunado durante un programa en directo.