La reciente victoria judicial de Manuel Díaz el Cordobés sobre Manuel Benítez, con una sentencia reconociendo la validez de las pruebas de paternidad presentadas por el primero, confirmó definitivamente aquello que muchos (o todos) sospechaban... salvo, teóricamente, el propio Benítez.
Tal y como explicó Beatriz Cortázar en El Programa de AR, el veterano torero siempre presumió de no ser el padre de Díaz, hasta el punto de ofrecerse en tono burlón y en numerosas ocasiones, a modo de frase recurrente, a que "le sacasen sangre" para demostrar que no era el padre. Cosa que finalmente se ha confirmado.
Eso en el sentido judicial, pero la situación también planteó muchos interrogantes en cuestiones meramente familiares. Una de las novedades que da "un vuelco a lo que habíamos pensado" -explicó la periodista- es la responsabilidad de la esposa de el Cordobés, Martina Fraysse, en toda la cuestión del reconocimiento de la paternidad de su marido hacia su hijo ilegítimo, Manuel Díaz.
Hasta ahora siempre se había atribuido al fuerte carácter de Martina el hecho de que el Cordobés se negase a reconocer a su hijo. Pero, al contrario de lo que se piensa, "la propia Martina en algunas ocasiones decía que eso había que aclararlo". Es responsabilidad de su marido, entonces, que no se hiciera hasta hace tan poco tiempo, como también que, pese a que aceptó someterse a las pruebas (algo que se interpretó como "una forma de acercamiento al hijo" tras tantos años reivindicándolo) en realidad fue porque Manuel Benítez realmente seguía convencido de no ser el padre de su hijo.
"Durante todo este tiempo siempre se ha pensado que la culpable fuera Martina, que el Cordobés se negaba porque si lo hacía ella se divorciaba... para nada. Lo más duro es que él ha dejado que este bulo, esta historia corriera para que su mujer quedara como el ogro de la familia. Y mientras, él ha estado callado".