Dos semanas después de las sorprendentes declaraciones de Dulce Delapiedra en las que confesaba que había sufrido "acoso sexual en Cantora" por parte de Julián Muñoz, y a una semana de que negara lo dicho y explicara que la propia revista había publicado cosas que no eran, aparece su niña del alma, Chabelita Pantoja, para defenderla. La joven amenaza con que "recordará cosas" si hace falta para ayudar a Dulce.
La hija de Isabel Pantoja también aparece en Lecturas para mostrar su nueva casa, en la que lleva viviendo un mes y medio. El chalet tiene cuatro habitaciones, un salón de 50 metros cuadrados, seis cuartos de baño, una cocina amplia y un sótano "para fiestas en invierno", un espacio imprescindible para una chica veinteañera, un bebé, su pareja y la niñera. También desmiente que se haya casado con su novio, Alejandro Albalá, pero reconoce que están prometidos y que se han regalado unas alianzas.
En la entrevista también desvela varios secretos en su familia. Todavía su madre no ha ido a conocer la casa nueva, según la joven porque necesita un permiso para salir de Cádiz, que por lo visto sí que pidió para ir a cenar con su hijo, nuera y hermano. Al contarle la presentadora eso, Chabelita se queda sorprendida y dolida porque no lo sabía y porque ni siquiera le avisaron por si quería ir. Añade que su relación con Kiko es nula y que ni su hermano ni su cuñada Irene le contestan a los mensajes que les manda, y eso que viven a tres minutos andando. No sabe si irá a la boda de éste porque se enteró por la prensa y no ha recibido ni una invitación ni una llamada por su parte para asistir.
Respecto al tema de Dulce, cuenta que "está disgustada con ella porque no tenía que haberlo contado, porque no era el momento ni el lugar". A pesar de todo piensa estar a su lado en todo lo que necesite. "Si esto va a más puedo recordar cosas, vaya si me acordaré, porque no soy tonta y viví en esa casa desde los 7 hasta los 12 años", aclara.
En cuanto a su embarazo, reconoce que "lo pasó muy mal" porque "no podía salir". "Dulce me traía la comida y todo a la habitación. No salía del cuarto, luego tuve un riesgo de aborto y tenía que tomar unas pastillas que me sentaban mal", recuerda. Asimismo le dolió que cuando decidió dejar Cantora, y al mes y medio de irse de casa y sin hablarse con su madre, no tenía nada de dinero, así que las personas que la mantuvieron fueron Dulce y la familia de Alberto. Finaliza la entrevista con una frase muy dura: "No me hace falta que venga mi familia al bautizo, que a mí con Alberto, Dulce, Alejandro y mi prima Anabel me vale".