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Un nuevo modelo de negocio de las ópticas en Madrid

Se llama Rínivi, y es la primera óptica cuyo interior transmite elegancia y glamour, con música jazz y chill out. Un nuevo concepto.

Se llama Rínivi, y es la primera óptica cuyo interior transmite elegancia y glamour, con música jazz y chill out. Un nuevo concepto.
Un nuevo concepto de óptica | Archivo

Hace unos días en el corazón del Barrio de Salamanca (Calle Villanueva esquina con Calle Castelló) tenía lugar un ‘after-work’ bastante singular. Acostumbrados a ver este tipo de encuentros sociales (que, como el mismo nombre indica, pretenden juntar a profesionales que salen de su trabajo y buscan relajarse y tomarse un gin tonic) en tiendas de moda y complementos (como los que hacen en Agatha Ruiz de la Prada o la joyería Folli-Follie), también se ha sumado una primera óptica a esta moda. Pero no es la óptica convencional que todos conocemos. Hablamos de un lugar emblemático que hereda la tienda de Omar Shariff, decorado a su manera: paredes barrocas en tonos dorados, sillones rococó de cuero, no sin darle un toque minimalista.

Se llama Rínivi, y es la primera óptica cuyo interior transmite elegancia y glamour, con música jazz y chill out, una iluminación estudiada y unos escaparates que poco tienen que envidiarle a las demás tiendas de moda del distrito.

“Ven y verás” es el lema de la empresa, fundada por un joven madrileño que, en los últimos años, ha recorrido media Europa viviendo en países como Francia, Holanda e Inglaterra. Se llama Rubén Hernández y nos habla de cómo fundar una óptica en un mercado maduro y cuál es el valor añadido de la empresa frente a la competencia.

Viene de un sector totalmente diferente, ¿cómo surge la idea de montar una óptica?

Me he dedicado casi toda la vida a la mejora de procesos en grandes multinacionales, utilizando gestión del cambio y herramientas informáticas para mejorar la eficiencia dentro de dichas empresas. El negocio de la óptica es centenario. Más de la mitad de las personas necesitan corrección visual siendo jóvenes y conforme nos hacemos mayores ese porcentaje se incrementa hasta llegar al cien por cien. Hemos encontrado un nicho dentro de la enorme demanda, centrándonos en ofrecer servicio y producto diferencial pero sin caer en el error de inflar los precios como sucede habitualmente en el sector.

Y ¿eso se puede? ¿No inflar el precio teniendo en cuenta en lugar en el que estáis?

Claro que se puede. Y más hoy en día con el mercado global. El secreto es llegar a un público más exigente y al fin y al cabo trabajar más, vendiendo más con menor margen pero asegurando que el cliente tiene el mejor servicio, productos exclusivos y precios razonables.

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Rubén Hernández, de Rínivi | Archivo

España tiene cientos de ópticas, ¿cuál es vuestro valor añadido frente a la amplia competencia que hay en este campo?

La mayor parte de la competencia vende un producto fabricado y distribuido por unas pocas grandes multinacionales que gestionan cientos de marcas entre ellas, además venden el producto de una forma muy tradicional, resistiéndose al cambio que han supuesto las nuevas tecnologías en la vida de todas las personas. Nosotros recorremos ferias internacionales e importamos productos que no existen en nuestro país buscando siempre la máxima relación entre calidad, precio y diseño. Hemos incorporado las nuevas tecnologías en cada paso de nuestro día a día siempre pensando en ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia de usuario posible. Queremos creer que el cliente de Rínivi ya no querrá serlo de ningún otro sitio.

¿Por qué han elegido el Barrio de Salamanca para abrir su primera óptica?

Es una buena pregunta. Queríamos un enclave con pegada para nuestra primera tienda y lo encontramos aquí en el distrito de Salamanca. Una zona con un público muy exigente que está en el punto de mira de todos y un local que se puede usar de punta de lanza para un proyecto muy ambicioso como el nuestro.

¿Con qué marcas trabaja?

Nos gusta decir que en este mercado hay gafas de marca y marcas de gafas. Las primeras son gafas fabricadas por una empresa que paga un royalty a una "Marca", un sello. Las segundas son empresas que viven por y para las gafas, cuidan su producto y su espíritu porque es lo que son: auténticos. En nuestra empresa confiamos en marcas como Raen, 40 Million, RetroSuperFuture, Cocosong, Modo o Xavier García entre muchas otras para dar a nuestros clientes la mejor calidad, diseño y exclusividad.

¿Está preparada la sociedad española para el modelo de negocio que ustedes ofrecen?

¡Por supuesto que sí! Los Españoles nos quejamos mucho pero en realidad somos una sociedad muy evolucionada y a la vanguardia mundial. Estamos preparados para lo que se nos ponga por delante y en el caso de nuestro modelo de negocio, se está entendiendo y valorando extraordinariamente bien.

¿Con qué dificultades se han encontrado para montar una óptica?

Las clásicas de apertura de un negocio a pie de calle más las asociadas a un centro sanitario. Con buena preparación y asesoramiento no hemos tenido obstáculos insalvables.

¿Las redes sociales y la venta online qué papel cumplen en su negocio?

El Marketing de guerrilla y el uso de redes sociales para darnos a conocer son fundamentales. Puesto que trabajamos un producto diferencial podemos aspirar a tener una clientela más extensa a la de la óptica tradicional por lo que llegar a ellos por diferentes canales de comunicación y venta es muy importante y está entre nuestras prioridades más altas. Además conseguir una escalabilidad al nivel que se espera hoy en día de una startup requiere del uso de medios digitales.

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