El cumpleaños de Isabel Pantoja estuvo bañado en tensión. Al menos, eso se desprendía de la relación entre Kiko Rivera y su hermana Chabelita. O mejor: de su ausencia de relación. Los dos hermanos ni siquiera se miraron a la cara durante toda la fiesta, revelaron en El Programa del Verano de Telecinco, demostrando que la cosa en la familia Pantoja no está nada, nada bien.
Pudiera pensarse que, pese a los titulares tan sonoros en las revistas -la semana pasada Kiko arremetió muy duramente contra Chabelita en la portada de Hola-, el grupo se soporta más o menos bien lejos de los focos de la atención pública, simulando sus conflictos para sacar tajada y llamar la atención.
Pero no: ni siquiera se miraron a la cara y mucho menos se reconciliaron con su madre, Isabel Pantoja, que por fin conoce la fecha de su libertad total tras afrontar su pena: el 28 de octubre la tonadillera podrá por fin respirar tranquila después de que sus abogados hayan alegado que el tiempo transcurrido desde que estuvo detenida y durante el juicio también forman parte de su castigo.
Pantoja, de todas formas, no fue ajena a la distancia y frialdad entre ambos hermanos, lo que le costó un disgusto todavía mayor. Quienes sí hablaron fueron Alejandro Albalá e Irene Rosales, parejas de Chabelita y Kiko respectivamente, que saludaron a sus cuñados. Pero la tensión entre Chabelita y Kiko se cortaba con un cuchillo.
No todo fue mal, sin embargo, en el cumpleaños de la Pantoja. Allí estuvieron sus hermanos, nietos e hijos, y todos disfrutaron sin mayores incidentes del menú familiar típico en Cantora: paella y gazpacho, además de una sardinada y refrescantes baños en la piscina. La propia tonadillera se encargó de preparar la cena, y además bailó y cantó, revelaron en El Programa del Verano.