Marta Sánchez que ha fijado su residencia en Miami, regresó a nuestro país para acudir como invitada de honor al X aniversario de Bodegas Muntra, celebrado en el Hotel Totem. Pero parece que el jet lag afectó al carácter de la cantante que llegó con más de una hora de retraso y sin ganas de atender a los medios.
El evento convocado para las 20:00h se retrasó una hora porque, al parecer, Marta no estaba conforme con la iluminación del photocall, lo que obligó al servicio técnico a unos ajustes de última hora mientras los medios citados esperaban que todo estuviera a su gusto.
Una vez la cantante de "Desesperada" se decidió a salir, el personal de la organización avisó a la prensa de que lo hacía de mal humor. Y en efecto, así fue: Marta Sánchez posó para los medios y aunque en su cara todo aparentaba normalidad, era evidente que las cosas no eran de su gusto. Mientras sonreía, la cantante dijo a su representante con disimulo "Te voy a matar", para que inmediatamente este terminase con las fotos y diera paso a las preguntas de los periodistas.
Estaba previsto que los periodistas formulasen sus preguntas por separado, pero la cantante cambió de idea y los quiso despachar a todos a la mayor brevedad posible y a la vez.
A pesar de la espera y los modales, la prensa intentó hacer su trabajo lo mejor posible preguntando a la artista por su verano, sus proyectos, la polémica generada en Argentina, donde se marchó de un reality show entre acusaciones de diva o su reencuentro -publicitado en Instagram- con la cantante Vicky Larraz, con quien también ha tenido sus más y sus menos.
"No he sido diva nunca en mi vida, son invenciones para crear audiencia", dijo al respecto de lo primero, tajante. La pregunta sobre Larraz tampoco le hizo gracia, y tras dos minutos de entrevista fue rescatada por su asistente personal y desapareciendo de la vista.
Según personal de la organización, molesto con la actitud de la cantante, ésta habría cobrado por su aparición más que cualquier trabajador normal a lo largo de un año, por lo que esperaban que atendiera a los medios con amabilidad. No fue así, demostrando que, a carácter, a Marta Sánchez no le gana nadie.