Desde el principio estuvo claro que el divorcio de Alba Carrillo y Feliciano López iba a convertirse en todo un culebrón. Con la modelo dando ella misma la exclusiva en ¡Hola!, y entre constantes ataques e indirectas tanto al tenista como a su entorno, Carrillo no ha cesado en su empeño de desacreditar al tenista, quizá más discreto pero a quien, por otra parte, le caracteriza su fama de seductor.
Ha sido, en efecto, uno de los culebrones del verano. Ella reconoce ahora que su relación con Feliciano es "nula", porque tiene "muy pocos valores". Y pendiente quedan todavía los extremos más importantes del divorcio, pese a que todo esto comenzó a principios de verano.
Tal y como explicó Paloma García Pelayo en AR, "algo no se hizo bien en su día y por eso no se puede resolver tan rápido". Lo que sí es cierto es que Alba Carrillo va a por todas y no "va a renunciar a nada", porque en ciertos aspectos la ley la apoya, dijo Paloma García Pelayo en AR.
¿Y cuál es ese aspecto que impulsa a Alba a pelear? La pareja se casó a finales de julio pero hasta finales de enero o febrero del año siguiente no firmaron la separación de bienes. "Son, por tanto, seis, siete meses que vivieron sin separación de bienes" por los que la modelo va a pelear en los tribunales: "No está dispuesta a ceder nada".
Al tenista, entonces, le correspondería por ley pagarle esos casi seis meses el 50% de todos los ingresos y sus patrocinios. Le correspondería por ley. Y, tratándose de una primera figura del tenis como Feliciano López, la cantidad no es precisamente pequeña: cientos de miles de euros podrían, según se explicó en El Programa de Ar, corresponderle a futura ex de Feliciano. De modo que el asunto está todavía lejos de terminar...