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Tita Cervera, de nuevo muy cerca del padre de su hijo Borja

Aprovechando que Manuel Segura se acaba de divorciar de su tercera esposa: “Son mi familia”

Aprovechando que Manuel Segura se acaba de divorciar de su tercera esposa: “Son mi familia”
Cervera y Manuel Segura | Archivo

Cosas más raras se han visto pero Carmen Cervera cuenta de nuevo con la cercanía de quien fuera su amor, allá a finales de los setenta, el publicista cántabro Manuel Segura, de setenta y tres años (igual que ella) quien acaba de divorciarse de su tercera esposa, Mari Paz Pastor, con quien llevada unido doce años, desde su boda en 2004. Recuérdese que Manuel Segura tuvo bastante que ver para que el hijo que tuvo con Tita, como es llamada familiarmente aquella, Borja Alejandro, hiciera las paces con su madre, también enemistada con su nuera y en consecuencia también con los cuatro hijos de la pareja, sus nietos.

Y es que el santanderino, reconocido "play-boy" en la Marbella de la década de los 70, siempre ha estado presente en la memoria y en el corazón de la mal llamada baronesa Thyssen, título aristocrático que aunque se lo reconozcan en Alemania, de donde procedía su marido, aquí en España es ignorado por la nobleza. Buen chasco se llevó, aunque nunca lo diga, en la creencia de que por haber cedido gratuitamente las pinturas del Museo que lleva su apellido de casada, el hoy Rey emérito iba a concederle un título aristocrático, pero don Juan Carlos pasó de largo esa posibilidad y el actual monarca no creemos haya pensado nunca en ello. Volviendo a su ligazón con Manuel Segura: ahora podría producirse lo que Cole Porter escogió como título para una de sus mejores melodías, "Beguin the beguine". O sea: volver a empezar. ¡Quién nos dice que no…!

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Borja y su madre | Cordon Press

Casada con Heinrich Thyssen, en alguna fiesta, por deseo expreso de Tita, estuvo presente el publicista. Y eso que cuando se dijeron adiós ella quedó un tanto desprotegida. Se habían conocido en la Costa del Sol y vivieron juntos un prolongado romance. Cuando la madre de Tita, Carmen Fernández, se enteró con quién salía, quiso saber que, si aparte de guapo tenía detrás un sólido patrimonio, resultando que el galán vivía de un sueldo; apañado, sí, pero sin más patrimonio. Y con atinada sabiduría le hizo ver a su hija que aquel hombre no le convenía. Hizo caso omiso Tita, quien había salido escaldada de los tres años que vivió con Espartaco Santoni, creyéndose casada después de su boda en Nueva York, cuando el venezolano resultó que era bígamo, amén de que luego fue condenado por estafa yendo a parar sus huesos a la madrileña cárcel de Carabanchel. Lo ayudó ella, y dispuso de un millón de pesetas para que saliera en libertad condicional. Hasta que su abogado descubrió que seguía soltera. "Dio puerta" al fresco de Espartaco y se lió luego con Manuel Segura, de quien se prendó nada más verlo.

A finales del otoño de 1979 se quedó embarazada. Y el de Santander se lavó las manos. Unos meses después, bañándose en una piscina en bikini, la actriz Paula Pattier -íntima amiga de Tita- le hizo unas fotos, que vendió a Interviú a espaldas de la futura mamá, que encima no vio un duro de "la operación". Vino el niño al mundo el 24 de julio de 1980 y lo tuvo que inscribir con sus apellidos, Cervera Fernández. Al año siguiente, Tita tuvo la fortuna de ser invitada a un crucero en aguas de Cerdeña, donde conoció al barón Thyssen. La mamá de ella esta vez sí que estuvo de acuerdo en que no abandonara aquella inesperada aparición. Tras superar él problemas derivados de su anterior enlace, contrajo en Londres matrimonio con nuestra compatriota el 16 de agosto de 1985.

El barón no tuvo inconveniente en adoptar al niño Borja, dándole su apellido. Cuando éste contaba siete años, Carmen Cervera, que había reanudado hacía tiempo contactos con su antiguo enamorado, de acuerdo con su marido, invitó a cenar a Manuel Segura, el padre biológico de la criatura, en presencia de éste, y así pudieron conocerse y abrazarse. Pasó el tiempo. Nunca Tita y Manuel perdieron el hilo amistoso. Muerto el barón el 26 de abril de 2002, se abrieron nuevas posibilidades para que el publicista se reencontrara con la millonaria madre de su hijo. Pero aunque la identidad del padre de la criatura era harto sabida en las revistas del corazón, ninguna cometió la imprudencia de publicarlo, hasta que la propia mamá, en el verano de 2009, lo hizo público en el tercer capítulo de sus memorias insertadas en ¡Hola!.

Y ya no sorprendió a nadie que de vez en cuando Manuel Segura subiera al yate "Mata- Múa" de la viuda Thyssen para pasar unos días de asueto, cerca de su hijo Borja, y en la compañía incluso de su tercera mujer, de la que ahora, como decíamos al principio, se ha divorciado. Mari Paz Pastor llegó a llevarse muy bien con Tita Cervera y nunca manifestó celos algunos de su marido, si es que éste miraba más de la cuenta a su antiguo amor. ¿Por qué ahora Segura se ha divorciado de Mari Paz? No lo han explicado. Antes de ese matrimonio él estuvo casado con una rica venezolana, Mariela Benzecry, de quien se divorció, y luego vivió un rápido idilio con la que fuera última esposa de Richard Burton, Susan. Para contraer un tercer matrimonio, relámpago, porque sólo duró unos pocos meses: con una abogada llamada Isabel. Y por lo que respecta a Tita, tras enviudar de Heini Thyssen sólo tuvo un supuesto romance con su preparador físico, el mismo que daba lecciones de kárate a su hijo Borja.

En 2007 decidió recurrir a lo que se llama en Estados Unidos "vientre de alquiler" y alcanzar así su ilusión de ser madre de dos niñas mellizas. No se le conocen otras relaciones sentimentales y su presencia en las revistas del color en los últimos tiempos ha sido sobre todo a causa de sus trifulcas permanentes con su hijo y su nuera. Y, de otro tipo, consecuencia de sus supuestos deslices en sus declaraciones de impuestos, muy vigilada por el Fisco, que la tiene en su punto de mira. Máxime ahora desde que en abril último se destapó que ella y también Borja tenían supuestamente bienes no declarados en paraísos fiscales, una vez que sus nombres aparecieron en los tan traídos y llevados "papeles de Panamá".

Decidida con su energía acostumbrada a salirse con las suyas, fijó su residencia temporal en Andorra, procedimiento para que durante una temporada no ser investigada por Hacienda. De vez en cuando ha vuelto a amenazar que si continúan persiguiéndola los de Delitos Monetarios es capaz de llevarse la colección de pinturas del Museo que lleva su apellido de casada a quién sabe qué otro país. No parece lleve a cabo tal decisión. Ella es muy española. Una mujer desde luego de armas tomar. A sus setenta y tres años cumplidos en la pasada temporada, operaciones aparte de "botox" y otras menudencias quirúrgicas, Tita Cervera continúa siendo una mujer pletórica de vida y emociones. Y eso que su "curriculum amoroso" es denso.

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La baronesa y sus hijas | Cordon Press

Hija de un modesto mecánico de automóviles (condición que ella luego maquilló diciendo que se trataba de un próspero empresario del ramo), ya tuvo sus novietes a temprana edad, como un tal Manuel Pierre, con el que se "coló" tanto que su madre hubo de llevarla a un internado para que la dejara en paz. Los títulos de Miss Cataluña, Miss España y Miss Europa le abrieron algunas puertas. Iba en avión un día a encontrarse con un millonario argentino en Ginebra cuando a su lado se sentó el actor Lex Barker, el protagonista de varias películas de Tarzán. A los pocos meses sellaban su amor y se casaban. Ocho años de pasión y desengaño. Él murió de repente, le dejó una pequeña fortuna, y un chalé en Sant Feliú de Guíxols. Luego cayó en los brazos del joyero Fred Jorovitch. Pero con quien mejor se llevó fue con el multimillonario Kirk Kerkorian, el mayor accionista de la compañía cinematográfica MGM, a cuyo lado pudo conocer a muchas luminarias de Hollywood, algunas de las cuáles ya las había tratado en su época con Lex Barker, cuando decía entre risas: "Soy la señora de Tarzán". Porque Tita es realmente simpática, encantadora, incluso sencilla, a pesar de su obstinada costumbre de salir sólo con caballeros adinerados, que una cosa no quita a la otra.

Tuvo luego la desgracia de que la embaucara Espartaco Santoni. Y después vino Manuel Segura, como contábamos. Medió una breve historia con Antonio Parés, un empresario catalán que dirigía el hotel Ritz barcelonés. Y también se cruzó en su vida el afamado y seductor ginecólogo Adolfo Abril, que le puso los cuernos a su entonces esposa, Mariví Dominguín. Enterada ésta, que menudo genio se gastaba, mandó a freir espárragos al rubio y ligón doctor. No es insignificante, como he relatado, el historial de mi admirada Carmen Cervera, quien siempre se ha llevado muy bien, en general, con la mayoría de los periodistas.

Guardo buen recuerdo de mis entrevistas con ella. Manuel Segura, asegura –valga la casi redundancia- que él no ha ido nunca tras Tita por su dinero, pues manifiesta tener una buena posición económica tras sus muchos años de trabajo en una agencia de publicidad. Ahora dice ser asesor de una empresa relacionada con la construcción. Vive en la privilegiada urbanización de La Moraleja, a las afueras de Madrid, muy cerca de la residencia de Tita. Él ha dicho rotundamente acerca de Carmen y Borja: "Son mi familia".

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