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La "pesadilla" de viajar en Blablacar con Álvaro de Marichalar

Un artículo que tiene como protagonista a Álvaro de Marichalar se ha hecho viral en redes sociales.

Un artículo que tiene como protagonista a Álvaro de Marichalar se ha hecho viral en redes sociales.
Álvaro de Marichalar | Cordon Press

El excuñado de la infanta Elena y hermano de Jaime de Marichalar realizó mediante la famosa compañía de viajes Blablacar un viaje de Soria a Madrid. Otra de las ocupantes del coche era Sabina Urraca, periodista y escritora, que relató su experiencia en un texto titulado "Pesadilla en Blablacar".

"El conductor era un chico muy majo, muy tranquilo, con el que establecí buena conexión", explica en el artículo, señalando que ella inició el trayecto como pasajera en Logroño y que parecía que iba a tratarse de un viaje "ameno". "Paramos en Soria para que subiesen otros dos pasajeros, una chica joven y un señor desconocido que me recordó a ese perfil de pijo recién salido de una fiesta ibicenca", relata.

Entonces todo cambió desde el mismo momento en que quien resultó ser Álvaro de Marichalar "se subió en el coche". El empresario, que esta misma semana ha saltado a los medios gracias a una carta abierta a una alcaldesa catalana que se niega a colgar la bandera de España, no paró de hablar en todo el trayecto, provocando cruces de miradas incrédulas entre los demás ocupantes.

"Sacó su teléfono y comenzó a encadenar llamadas, presentándose. Gritaba mucho y no dejaba de hablar de negocios, marcas, inversiones y de Soria. Era todo muy disparatado. No era nada discreto y, desde luego, resultaba imposible no oírlo. También fue imposible volver a hablar. Cuando colgaba el teléfono continuaba su monólogo echándose flores: que si era aventurero, empresario...".

Curiosa por conocer la identidad del pasajero, la escritora logró ver su nombre en el smartphone, y a continuación lo buscó en Wikipedia. Su sorpresa fue que las descripciones de la página web coincidían literalmente con lo que decía el propio Marichalar. "Yo he cruzado el Atlántico con una embarcación de tres metros de eslora, que es una moto de agua. Y en Wikipedia pone prácticamente lo mismo".

En una parada en el viaje, Marichalar decidió subirse en el asiento del pasajero, que hasta ese momento ocupaba la periodista. Ella accedió sin crear problemas, pero reparó en el mal gesto de su compañero de viaje, que además se negó a abrocharse el cinturón justificándose en que "una vez tuve un accidente, me quedé enredado y casi me mato". Frustrada, explica en el texto que fue "incapaz de pararle los pies a este señor. Por eso lo escribí todo en este artículo".

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