Alba Carrillo está en medio de un divorcio sonado. Su separación del tenista Feliciano López fue uno de los shocks del verano, y trajo la previsible cola mediática, con multitud de noticias sobre el tira y afloja primero personal, y luego legal, de la pareja.
Ahora, con la negociación del divorcio en marcha, Alba se ha reservado una maniobra sorpresa cambiando de abogada. La elegida ha sido la muy mediática Teresa Bueyes, excompañera suya en Amigas y conocidas de La 1, y ahora la principal responsable de negociar con los letrados del tenista la cantidad que exige la modelo.
Todo gira en torno a los meses que ambos estuvieron casados pero sin firmar la separación de bienes. Tal y como explica Beatriz Cortázar en esRadio, "la abogada está repasando todo y Alba le ha dicho que no hable con los medios de comunicación".
El pronóstico, sin embargo, no resulta demasiado favorable para la modelo, al menos en relación a sus pretensiones. "Muchas cosas se las van a tumbar porque son inviables, pero se va a intentar dentro de lo posible llegar a un acuerdo".
"Él dijo en su momento que no pudieron firmar antes la separación de bienes porque él está viajando todo el tiempo. Se firmó en diciembre una cláusula por anulación de los seis meses anteriores. Y ése va a ser uno de los puntos de batalla".
Por ello, el director de Es la mañana, Federico Jiménez Losantos, pronosticó que eso "No lo gana ni en la Audiencia en tiempos de Garzón. Lo mejor es que llegue a un acuerdo de mínimos".
El futuro, no obstante, pinta interesante para Alba Carrillo. Pese a sus desmentidos en redes sociales, es posible que se encuentre negociando para ingresar en Gran Hermano VIP, además de sus compromisos habituales en el mundo de la moda y los photocalls.