Todo en los estilismos de la reina Letizia está estudiado al detalle y cada uno de sus looks se mira con lupa. Por eso, su aparición en los premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote dejó boquiabiertos a muchos por su aire rompedor y moderno, ya que estamos más acostumbrados a verla con vestidos clásicos.
Para la ocasión, doña Letizia lució un vestido por debajo de la rodilla en tonos multicolores con detalles metálicos y lentejuelas. El traje, nada sencillo pero sí elegante, es de Nina Ricci y cuesta 2.500 euros y lo acompañó con un discreto cinturón negro de cuero que estilizaba su figura y stilettos negros.
Si el modelo ya es de por sí sorprendente, el peinado no dejó indiferente a nadie. Es la primera vez que vemos a la reina con un wet look, es decir, pelo ligeramente engominado con efecto mojado, hacia atrás y sin raya, un peinado que recuerda mucho al que suelen llevar las hermanas Kardashian. El maquillaje fue el broche de oro para este look rompedor, donde el protagonismo se lo llevaron los ojos ahumados.