Hace ya seis meses que Rosa Benito fue invitada a abandonar su puesto de trabajo en Sálvame, debido a las desavenencias de su hija y su yerno con Mediaset. La colaboradora no fue capaz de poner fin al conflicto legal que Chayo Mohedano y Andrés Fernández, su marido, mantenían con la cadena. Ahora, la vida de Rosa Benito es muy diferente, alejada de los medios, prefiere ejercer de ama de casa, salir con sus amigas y hacer bolos con su hija.
La colaboradora está centrada en ejercer de abuela, cuidar de su hijo pequeño y cantar en el show que comparte con su hija y Carlos Vargas en la sala El Molino de Benidorm. Además, hacen un espectáculo llamado En vivo, por el que, según publicaba El Mundo, podrían cobrar 6.000 euros por actuación para repartir entre cuatro personas.
En cuanto a la relación con su exmarido, parece que la reconciliación cada vez está más complicada. En su última entrevista reconocía: "A Amador le he perdonado todo y le voy a seguir queriendo toda mi vida. Con él he aprendido todo lo que sé". Mientras, Amador continúa la relación con su novia Jacqueline, a pesar de los continuos rumores de ruptura.
Aunque ha preferido retirarse de los focos, Rosa Benito no deja de compartir momentos de su vida en las redes sociales. De hecho, hace unos días compartió con sus seguidores fotos de una reunión con sus compañeros de Gran Hermano VIP 4 en casa de Rappel. Un reeencuentro al que acudieron Laura Matamoros, el chef Julius, Julián Contreras, su amiga Raquel Bollo y el propio Rappel.
La revista Diez Minutos ha intentado ponerse en contacto con la colaboradora, que prefiere mantenerse alejada de los medios. Al menos de momento, recordemos que hace unos meses también se retiró de la televisión y finalmente volvió para participar en Gran Hermano Vip y colaborar con Sálvame.