Cósima Ramírez, hija del periodista Pedro J. Ramírez y la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, se sincera sobre muchos temas en el número de febrero de la revista Vanity Fair.
Coco, como la llama su padre, se define como "una niña de papá" y señala que tras el reciente divorcio la relación "es un poco dura". "Necesita que le eche un par de broncas. Lo hago por su bien y él lo sabe", dice sin filtros.
Pero además, la joven, nacida en 1990, habla abiertamente de su sexualidad, que ella vive de manera libre como algo "incontrolable y aleatorio". "Alguna vez me enamoré de una mujer y fue maravilloso, pero igual podría haberme enamorado de un chico", explica. Cósima considera que "en España son muy cotillas y muy reprimidos. Ya es bastante difícil encontrar pareja, ¿por qué limitarse a una sexualidad?".
Y habla abiertamente sobre el matrimonio, que "es útil como institución económica, pero puedes tener un gran amor y no casarte. De hecho, mis padres estuvieron juntos durante 30 años y fue al casarse cuando fastidiaron las cosas".
La joven también define abiertamente de la convivencia familiar como una lucha de egos, ya que Pedro J. es un hombre "vanidoso y orgulloso [...], en mi familia todos lo somos". Mientras, su madre Ágatha es más "emocional, no tiene filtros. Y eso es maravilloso, pero también pasa de un extremo al otro muy rápidamente y no siempre se rige por la lógica".
Espera también que a su madre "se le pase el disgusto y que se dé cuenta de lo muchísimo mejor que vamos a estar todos. "Ella es más divertida y más moderna que mi padre y se ha tenido que parar de muchas maneras y adaptar a los ritmos de él", explica a propósito de la separación.