Durante el programa Sálvame del viernes, pudimos ver a Rafa Mora más nervioso de lo habitual. Normalmente, el colaborador suele estar sonriente y buscando constantemente un plano de cámara. Sin embargo, su actitud durante toda la tarde hizo sospechar que había algo rondaba en la cabeza del colaborador. Finalmente, la presentadora revelaba que al programa habían llegado imágenes muy comprometidas de la pareja de uno de ellos los colaboradores. Tras hacer los primeros descartes, el juego estaba entre Lydia Lozano y Rafa Mora, finalmente, el afortunado era el ex tronista.
El día de los hechos fue el 4 de diciembre de 2017 en una discoteca de Castelldefells. mientras, Macarena, la novia de Rafa, disfrutaba de una noche de fiesta junto a unas amigas. Según un testigo que se encontraba en el lugar, la joven tuvo un acercamiento demasiado afectuoso con un chico: "Estaban en actitud muy cariñosa, como el típico ligoteo de discoteca. No hubo besos, pero sí bailes muy sensuales y acercamientos peligrosos". Pero el testigo iba aún más allá y comentó que todo podría deberse a una venganza por parte de Macarena, ya que todo sucedió el mismo día del inocente beso que Rafa Mora dio a Mónica Hoyos durante su participación en la Sálvame Snow Week.
En plató, y con la cara descompuesta, Rafa veía las imágenes de la supuesta deslealtad de su novia en directo. Tras visionarlas, dejó claro que "no le preocupa que su novia salga de fiesta y se contonee". Aunque añadió que esto va a suponer una pequeña llamada de atención para su pareja: "Debe saber que su pareja ahora trabaja en un medio de comunicación", insinuando que tiene que tener cuidado con lo que hace cuando sale.