Carla Figueroa Domecq, nieta de la condesa de Romanones, ha declarado en una entrevista concedida a Interviú que estuvo "locamente enamorada" de Guillermo Bárcenas, hijo del extesorero del PP, pero que lo dejó "cuando a mi madre le diagnosticaron cáncer una segunda vez" y él "no estuvo a la altura".
Carla es pintora y cuida de su padre –Álvaro Figueroa Griffith, actual conde de Romanones– y de su abuela –la exespía estadounidense Aline Griffith–. Dice que es la oveja negra de su familia y supone que escandalizó "cuando comencé a salir con Guillermo Bárcenas, que era 12 años menor que yo". "Era compañero de colegio de mi hermano pequeño. ¡Puse de moda a las maduritas!", añade.
La nieta de la condesa de Romanones cuenta que la relación falló porque el hijo del extesorero del PP "no estuvo a la altura" cuando a su madre le diagnosticaron cáncer por segunda vez: "Yo le apoyé a él cuando su padre entró en la cárcel; apoyé a su madre; soporté una presión enorme, persecuciones de paparazzi… Yo le planteé a Guillermo que necesitaba que fuera un hombre, porque la prioridad en ese momento iba a ser mi madre y no él. Me contestó: "¿Y si no me apetece?". Y hasta el día de hoy".
El collar de Corinna
Carla también se pronuncia sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga del rey Juan Carlos, a propósito de un collar de su abuela: "Sólo la he visto una vez. Nos conocimos precisamente en una cacería, en Pascualete –la finca, en Trujillo (Cáceres), de la condesa–. ¡No, no estaba el Rey! La vi mayor, muy operada. No habla casi nada".
En cuanto al collar, señala: "Ese collar era parte de mi herencia; era mío. Lo llevó mi madre, en forma de tiara, cuando se casó. El rumor que corre es que el rey Juan Carlos se lo compró a Corinna, pero vete a saber si es verdad. Creo que el dinero del collar lo ha invertido mi abuela en la fábrica de quesos de mis primos, en Pascualete".