Rocío Carrasco atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida. La relación con sus hijos cada vez es más complicada, continúa su enfrentamiento con Antonio David Flores en los juzgados y, además, se ve incapaz de saldar su deuda con la Comunidad de Madrid y Hacienda. La primera le exige 965.526 euros, que según la revista Diez Minutos es muy probable que sean debidos al impago de los impuestos relacionados con la herencia que recibió de la cantante. Por su parte, Hacienda le reclama 110.317 euros.
Para poder hacer frente a la deuda, la presentadora ha puesto a la venta la finca El Administrador, herencia de su madre, por 1,2 millones de euros. Una finca que se encontraba embargada e iba a ser subastada por la Comunidad de Madrid en diciembre de 2015 pero, tras llegar a un acuerdo, pudo ponerla a la venta por 2 millones de euros. Algo que suele hacerse en pocas ocasiones, cuando la cantidad heredada es muy elevada y no se dispone de liquidez.
Una impresionante propiedad de 31 hectáreas y 75 áreas, compuesta por seis fincas registrales que incluye viñas y un edificio de 1.400 metros cuadrados que sirve como albergue para el servicio de la hacienda. En la actualidad, se encuentra en una situación de total abandono a pesar de haber sido el escenario donde Rocío Jurado y Pedro Carrasco vivieron su amor hasta su separación en 1989.
Tras la muerte de la cantante, dejó como heredera universal a su primogénita quien, además de la finca, heredó numerosas pertenencias personales de gran valor como joyas, vestidos y fotografías, así como un apartamento en Miami. Al no poder hacer frente al impuesto de sucesiones, contrajo una deuda millonaria con la Comunidad de Madrid que ha ido incrementándose con el paso de los años. Para hacer frente a los pagos, Rocío tuvo que volver a la televisión y vender su boda con Fidel Albiac a una revista.