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Los photocalls y la imperiosa necesidad de ser el más original de la fiesta

Estas plataformas han dejado de ser escenarios de exhibición de las celebrities para que todos puedan tomarse la fotografía más divertida.

Los photocalls siempre han sido un espacio asociado a famosos y personalidades más relevantes de la esfera social del mundo. Formalmente los photocalls se concibieron como una plataforma con un gran plafón promocional lleno de logotipos con los patrocinadores del evento situado en la parte de atrás y en la que los invitados se hacían las fotografías previas de su llegada al evento. Desde hace unos años, su uso se ha ido democratizando y ya no se conciben como lugares exclusivos de famosos sino que son una tendencia muy utilizada en discotecas y celebraciones como cumpleaños, bodas o grandes fiestas de navidad.

Tal y como su nombre indica, estas plataformas necesitan la figura de un fotógrafo, alguien dispuesto a inmortalizar el momento. Para ello no es necesario contar con un fotógrafo profesional ya que el presupuesto del evento tiene mucho que ver en este tipo de decisiones, así que simplemente sólo hay que contar con alguien que en ese momento haga el favor de tomar la fotografía.

Para que un photocall no sea simplemente un escenario distinto en el que tomar una fotografía con un plafón detrás, se pueden animar y decorar con elementos que indiquen el tipo de evento en el que nos encontramos. Por lo tanto, las opciones son muchas y muy diversas, teniendo en cuenta que hoy en día abundan las fiestas temáticas o las celebraciones de nacimientos, bodas y bautizos.

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Los photocall, lugar de diversión | Archivo

Por ejemplo si optamos por hacer una fiesta de Halloween o carnaval, el photocall puede estar adornado por calabazas, murciélagos o con boas y sombreros que enmarquen la fiesta. En el caso de las fiestas temáticas de destinos como las ibicencas o hawaianas, las referencias marinas y estivales, así como las palmeras y las flores pueden ser una buena alternativa. Pese a este despliegue en la decoración, lo más importante en cualquier photocall son las personas que se muestran delante de él- o detrás en algunos casos-. Adquieren una mayor relevancia en este sentido los sombreros, caretas, disfraces y accesorios que hagan que la fotografía sea mucho más desternillante. En el caso de los baby showers o fiestas infantiles, la decoración de un photocall ha de ir enmarcada con la temática y la línea cromática escogida. Así pues, los chupetes, los globos y las referencias infantiles, son también algunos de los elementos que se pueden incorporar en este tipo de escenarios.

Aun así, las fiestas en las que reina el photocall como estos son por excelencia las celebraciones de bodas. Actualmente se han convertido en un esencial para la fiesta posterior al banquete. Con una copa en la mano y con la música sonando, los invitados están más divertidos y dispuestos a inmortalizar su alegría delante de un photocall. En este sentido, los novios pueden plantear escenarios mucho más divertidos que los tradicionales, dándoles a sus invitados disfraces, gafas, sombreros o barras luminosas para que la instantánea sea mucho más memorable. Pero la originalidad también se premia en este mundillo, y por eso es una tendencia muy recurrida la de optar por recrear escenarios concretos como bosques o playas. Abundan también la creación de fondos inspirados en los estudios de fotografía profesional, como por ejemplo aquellos en los que se utilizan marcos de fotos, bancos y sillas, así como farolillos que iluminen el escenario con luces románticas o dependiendo de los gustos, más festivas.

En definitiva lo que se premia en un photocall es por un lado, la originalidad de la del escenario en el que se toma la fotografía y por el otro, el recuerdo de que en el momento en el que se toma la instantánea abundaron las carcajadas.

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