Menú

Ángel Garó presume de palacete en una hilarante entrevista

Garó enseña su enorme casa a la revista Lecturas y critica a sus ex y parte de su familia. 

Garó enseña su enorme casa a la revista Lecturas y critica a sus ex y parte de su familia. 
Ángel Garó | Lecturas

Ángel Garó se da lo que reconoce que es un festival de sí mismo. Y también "ganar dinero de otra manera", confiesa en la extensa entrevista concedida a Lecturas en la que también enseña su lujoso palacete malagueño. El mismo desde el cual tuvieron lugar los supuestos maltratos a su expareja que llevaron a Garó al calabozo durante 19 horas, y también esos gritos desnudo y desde la terraza que se difundieron en televisión a raíz del suceso.

La casa, una construcción del siglo XIX, es una maravilla. "Compré el edificio de cuatro plantas en 1999 por muy poco dinero. Tiene 500 metros cuadrados incluyendo el restaurante, que ocupa el primero y el segundo. Se lo tengo alquilado a un señor que no me paga. Yo vivo en el tercero y arriba tengo mi maravillosa terraza", presume.

Una casa que Garó volvió a hacer entera durante dos años de obras. Solo desescombrar –dice– le costó seis millones de pesetas. A partir de ahí, recuperó materiales antiguos y encargó azulejos típicos.

Pero lo mejor es su colección de arte, que Garó cifra en 400 cuadros entre los que se incluyen "dos grabados en madera originales de Picasso que están relacionados con la Biblioteca Nacional, y un Bocanegra. Otros los he pintado yo". Una colección que muchos ponen en duda, pero en la que Garó se reafirma: "Ha estado expuesta cinco años en el Museo de Estepona y ahora está en Madrid. Estoy negociando con otro museo".

Además, hay ocho alfombras persas, la más cara valorada en 40.000 euros y realizada "por una mujer durante toda su vida". Además, Garó pintó él mismo los frescos del restaurante, porque él mismo es "renacentista". En la terraza, una fuente italiana del siglo XVII.

A quienes no aprecia tanto es a sus exparejas, a las que "no quiere ni nombrar". El último, Darío, es el culpable de haberle hecho pasar "un mes de infierno absoluto" que aún no ha finalizado, ya que acabará en juicio. "No tengo miedo, estoy bien asesorado y tengo por lo menos doce testigos", asegura. Pese a ello, subraya en lo injusto de la situación, ya que "mientras, la mujer de Jordi Pujol va al Mercadona todos los días".

Garó se define como una persona con "carácter", porque hay que tenerlo para "actuar y poner al público en pie cinco minutos después de enterarse que mi madre tenía cáncer". Asegura que "tiene dos cojones" y no se va a rendir. Su único error aquí ha sido "perder el tiempo".
Y explica algo más sobre el incidente de él desnudo y a gritos en la terraza. "No podía dormir y estaba muerto. Digo desde mi casa lo que vea oportuno. Pago 1.800 euros de IBI y no puede haber en esta plaza gente que la ensucie".

De su madre solo habla maravillas, no así de su tío Carlos y su abuela nonagenaria, que han criticado duramente al humorista en televisión tras conocerse estos episodios. Enfrentada con ésta porque a los 18 años, al casarse, dice Garó que "por clasismo estaba en contra de la relación" con su padre. "Esa señora tiene 90 años y nos hemos enterado ahora de que es un reptil", dice sobre ella. Garó, en suma, está dispuesto a seguir con el culebrón, y de paso a presumir de casa.

Temas

En Chic

    0
    comentarios