Menú

Manuel Carrasco compuso una canción para su hija antes de que naciera

Meses previos al nacimiento de su hija Chloe, pergeñó la letra y las notas de una preciosa canción. Así ha llegado a la cumbre. 

Meses previos al nacimiento de su hija Chloe, pergeñó la letra y las notas de una preciosa canción. Así ha llegado a la cumbre. 
Manuel Carrasco y Almudena Navalón | Gtres

Ya sabía Manuel Carrasco que el primer bebé que esperaba su mujer iba a ser niña. Y en esos meses previos al nacimiento de Chloe, se puso a pergeñar la letra y las notas de una preciosa canción que se titula Desde aquí del otro lado, y que es una de las que interpreta en su actual gira por toda España "Bailar el viento" con la mayor emoción. Para unos padres primerizos, la llegada de un niño supone un acontecimiento familiar. Para un cantautor con la sensibilidad del onubense es un motivo para decirlo a los cuatro vientos, con su bella voz.

hqdefault.jpg

Manuel Carrasco llevó su relación con la periodista Almudela Navalón Martín de la manera más discreta que le fue posible. Ella lo entrevistó, se quedó prendado de él y a la recíproca. De esto hace tres años y medio, más o menos. El pasado 9 de junio han sido padres de Chloe. Y están flotando de alegría. Sólo que él tiene un verano cargado de citas profesionales y a cada momento tira del teléfono móvil para saber cómo se encuentran madre e hija. Y es que se ha convertido en el cantante ahora mismo que más discos vende en España, algo más de un millón de copias hasta el momento, en los quince años que cumple como profesional. Es un descubrimiento musical, con su estilo propio, como hace cinco años lo fuera el malagueño Pablo Alborán. Las historias románticas y sencillas que escribe y canta Manuel Carrasco llegan al corazón de un público de todas las edades, aunque abunden los jóvenes que llenan los sitios donde actúa. Hay algunos que llevan ya tiempo con el cartel de "Completo" antes de que llegue el día anunciado. Por ejemplo, en el Starlite Marbella, donde para su segunda gala, el próximo 25 de agosto, ya no hay entradas. Ya el año pasado se convirtió en un líder de ventas, en discos y en actuaciones en directo. Y este año piensa aumentar sensiblemente esas cifras.

¿Qué tiene Manuel Carrasco para concitar esa masiva atención? Un sello de auténtico, de sinceridad, de contar de manera nada rebuscada unas baladas pop con toque aflamencado de su tierra, aportando dulzura y simpatía en sus interpretaciones. Sin duda como él mismo reconoce le han supuesto un trampolín para su éxito las apariciones en La Voz Kids, donde ejerció de jurado. Su álbum Bailar el viento ha sido muy bien acogido. Cuenta que esa frase le surgió de repente, la tomó al vuelo, transcribiéndola no sólo como una ocurrencia poética, sino como lo que él cree ser, un tipo que se enfrenta a la vida de manera positiva.

hqdefault.jpg

De tocar la guitarra desde los once años y escribir letras para los carnavales de Isla Cristina, su pueblo natal, ha pasado a ser un ídolo de millones de "fans", que corean muchas de sus creaciones: "Que corra el aire", "Yo quiero vivir", "Antes de ti", "Quiéreme", "Que nadie", "Mujer extraña"… Saltó a Operación Triunfo, segunda edición, donde quedó en los primeros puestos. Y eso le valió ser conocido en aquel 2002, aunque luego se dio cuenta que no es fácil mantenerse si no se tiene una casa de discos apoyándole y un equipo detrás. Pasó por el duro trance de actuar en lugares donde apenas había medio centenar de espectadores. Duro para un artista joven que, un tanto envanecido por sus apariciones televisivas puede creerse que "todo el monte es orégano". Enseñanzas que recibió cuando para ir tirando hubo de aceptar contratos en salas de medio pelo, bares de principiantes. Y luego, siempre ha sido consciente de que ha de trabajar sus composiciones en el silencio del estudio, alejado del ruido, de los aplausos con los que sueña.

hqdefault.jpg

Gracias a que no se lo tiene creído y que saluda a todo el mundo que se le acerca con humildad y simpatía, pasa por ser uno de los ídolos de la canción más accesible en estos momentos. Con ese aire algo bíblico de su rostro barbado, y una mirada limpia que vuelve loca a sus seguidoras. Cuando se da cuenta que ahora llena más gente que algunos de sus colegas, llámense incluso David Bisbal o Alejandro Sanz por disparatado que parezca –pueden comprobarse las audiencias de sus espectáculos- Manuel Carrasco casi no da crédito a esa realidad. Y no olvida que empezó casi de cero. Es una estrella, sí, insistimos –y él lo corrobora- gracias al poder de la televisión. Sin embargo, el público ignora probablemente que antes de que uno de esos programas comience a emitirse a las diez o las once de la noche, él permanece casi desde el mediodía en los estudios, ensayando, en su camerino, y esperando horas y horas a ser convocado. Y eso lo lleva mal. Prefiere controlar los nervios a su manera, cuando actúa en un escenario y se muestra más seguro y comunicativo. Y eso no es fácil, porque abajo, están esperándolo cincuenta mil, sesenta, setenta mil espectadores…

Vive en Madrid pero, cuando le es posible, baja al sur, a Isla Cristina, para ver a los suyos, para saber de dónde viene y no perder el equilibrio.

En Chic

    0
    comentarios