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Isabel Pantoja no quiso recibir en su camerino a Máximo Valverde, su antiguo pretendiente

Isabel Pantoja cumple 61 años mientras prepara una serie televisiva sobre su vida.

Isabel Pantoja cumple 61 años mientras prepara una serie televisiva sobre su vida.

María Isabel Pantoja Martín nació el 2 de agosto de 1956 en el humilde barrio sevillano de El Tardón. El matrimonio formado por Juan Pantoja, cantaor flamenco de raza gitana y la bailaora Ana Martín tuvo cuatro hijos, tres varones y la citada, que hacía la segunda de la prole, familiarmente llamada Maribel. Pasaron muchas dificultades económicas. La madre, que había estado en la compañía de Pepe Pinto y terminó en la de Juanita Reina en su cuerpo de baile, llegó a ponerse a vender frutas y hortalizas en un mercado ante la falta de recursos en su humilde hogar. Aquella muchachita morena, que bailaba y cantaba coplas desde muy chica llegó a amasar una considerable fortuna y popularidad. Pero hoy Isabel Pantoja, aunque mantenga todavía en propiedad –junto a su hijo- el chalé que fuera propiedad de "Paquirri", su infortunado marido, "Cantora" y el piso sevillano junto al Ferial, que tal vez acabe vendiendo, es una mujer llena de problemas tanto económicos como personales. Ha vivido estos sesenta y un años que ahora cumple siendo pobre y luego millonaria; desconocida como cantante hasta convertirse en el último mito de la copla; con amores controvertidos que no colmaron totalmente la felicidad que buscaba; con el dolor a cuestas de la trágica muerte de su esposo, la desilusión de otro amor que casi la arruina, por culpa del que permaneció dos años encarcelada, tras un proceso en el que para la opinión pública quedó como víctima de su desmesurada ambición y codicia. Esa vida, cuando ahora comienza a salir adelante con sus espectáculos, es la que se ha comprometido a plasmarla en una serie de televisión que podría ser una realidad a partir del año próximo, si se aviene al contrato que pretende José Luis Moreno, el empresario y amigo suyo.

Pero ¿aparecerán en esa serie los capítulos más duros y trágicos de la biografía auténtica de Isabel Pantoja? ¿Sus amoríos, de diversas tendencias? Eso está por ver, claro, y no nos gusta ni ser agoreros ni adelantarnos como a veces sucede con la flor del almendro. Pero el caso es que cuando era un alevín de coplera su primo Antonio Cortés "Chiquetete" le brindó en Palma de Mallorca su primera oportunidad en el "tablao" donde trabajaba en la zona de C´an Pastilla. Y quien entonces se anunciaba a secas Maribel, se desentendió más tarde del pariente, cuando ya empezó ella a destacar. Al comienzo de los años 70 la contrató el propietario de un restaurante de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) para su sala de espectáculos, Baldomero Negrón, quien se enamoró de ella, sin reparar que ponía en peligro su matrimonio con la bella y excelente cantaora Mercedes Cubero. Tan "colado" estaba por Isabel Pantoja, que accedió a los ruegos de ésta para que viajaran a Madrid y fuera presentada a dos grandes autores, que pudieran convertirla en una artista conocida, el gran poeta de la copla Rafael de León y el maestro Juan Solano. Consiguió Tardón complacer a su amiga, gastando tiempo y dinero en el intento. Y cuando los mencionados autores accedieron a dar clases a la neófita cantante, ésta fue olvidándose de su protector. Con Solano y León, Isabel Pantoja logró sus mayores éxitos, entre ellos: "Garlochí", "Ahora me ha tocao a mí", "El señorito", "Embrujá por tu querer", "Al alimón", "¡Aquella Carmen…!"… "Quiero ser como Rocío Jurado", le había dicho a los maestros. Hacia 1985, doce o trece años después de ser primordialmente la artista a la que fueron puliendo y ayudando los Solano y León, dejó de elegir las composiciones de ambos, aceptando las que les proponía de otros autores la casa discográfica Columbia. Y cuando Juan Solano enfermó gravemente, ella ni siquiera se preocupó en interesarse por él. Me lo confesó él mismo, entristecido.

En cuanto a sus amores, Isabel Pantoja tuvo algunos, antes de conocer a "Paquirri". Uno de ellos con el futbolista sevillano Blanco. Parecía que pudieran casarse, pero por lo visto medió la madre de ella, advirtiéndole si estaba segura de casarse con quien pudiera darle las comodidades que ella soñaba. Fuera o no por esa advertencia, aquel idilio no pasó de ahí. Y otro que la pretendió fue el galán Máximo Valverde, que la quiso hacer suya, sin conseguirlo, aunque no dejara de acosarla. Llegaron incluso a encabezar una compañía teatral representando sainetes de los Quintero. Pero la madre de la artista no cejaba de actuar como obstinada "carabina" y le hizo comprender a su hija que el guapo paisano "picaba de flor en flor" y que tampoco parecía ser alguien con mucha solvencia económica. ¿Fueron novios, sólo novietes, amigos fuertes nada más? Se dijeron "hasta otro día". Pero en un Rocío, Máximo Valverde quiso verla y ella no se dejó. Y hace un mes, él se desplazó a Murcia, donde Isabel Pantoja consiguió un extraordinario éxito. Trató Máximo Valverde de acudir después de la actuación al camerino de la cantante, algo habitual en el mundo del espectáculo, para felicitarla. Pero cuentan que ella se negó en redondo a recibirlo.

Desde que saliera de la cárcel, Isabel Pantoja fue preparando cuidadosamente su reaparición, ocurrida en primavera. Ha recuperado su bella y potente voz. Es una artista completa en su género, que baila un poco, canta copla y otros géneros, y viste con buen gusto en el escenario. Lo que no ha funcionado como se esperaba es su último disco, "Hasta que se apague el sol". Sus contratos ni han sido muchos hasta el presente ni parece que se incrementen en el próximo futuro, para que pueda recuperar su maltrecha economía, pagando antes las deudas que le queden. Se asegura que cobra cien mil euros por gala, pero que por los gastos que le supone la orquesta que la acompaña sobre todo, no parece que a la hora de hacer cuentas le sea muy rentable la gira que mantiene. Con exigencias como los grandes divos de la música en cuanto a calidad de hoteles, pasajes de avión, y caprichos en su camerino. De toda esa intendencia se encarga su hermano Agustín, que fracasó como cantante y lleva años viviendo a costa de ella. Isabel Pantoja podría actuar más, firmar incluso cien galas por temporada, si ella quisiera. ¿Cómo? Rebajando un poco su caché, que no están los tiempos para que los artistas no comprendan que su público, si es de clase media y no digamos de una escala social más baja, no puede pagar individualmente una entrada que valga más allá de los veinticinco o treinta euros, pongo por caso. Y para que los empresarios satisfagan lo que pide Isabel, las localidades superan ampliamente esas cifras citadas, dado que a los Ayuntamientos ya se les acabó la bicoca de tirar del presupuesto público para complacer las exigencias de los artistas afines a su ideología, sobre todo en aquellos tiempos, no del cuplé, sino del PSOE.

El caso es que Isabel Pantoja es algo perezosa y le cuesta salir de "Cantora" para ir a actuar. Con esa actitud complicado vemos que rehaga el patrimonio que pretende recuperar como en sus años de gloria y mieles, no digamos del efímero tiempo que compartió con su compañero Julián Muñoz. En su finca está muy feliz, cuidando de la salud ya dañada por los muchos años de su madre, y encantada, no tanto con su problemática Chabelita pero sí con sus nietos. Al paso que lleva Quico, va a convertir a su mamá en abuela de familia numerosa.

Dicen los que están al corriente de sus entradas y salidas que ahora Isabel se fía menos que nunca de la gente que tiene a su alrededor, sabiéndose que recibe sólo a un pequeño número de personas cercanas; que su carácter se ha vuelto algo melancólico y que sólo sonríe abiertamente ante su público, cuanto canta, porque si no, tendría poco sentido continuar en el mundo del espectáculo. Confiaba que su admirado Juan Gabriel la ayudara en una gran gira por Hispanoamérica. Sintió mucho su muerte, porque se tenían afecto. No otra cosa, que el mexicano era de otras apetencias amorosas. No obstante Isabel Pantoja confía que en octubre, cuando vaya a actuar a Puerto Rico y Miami obtenga amén del cariño de los muchos admiradores que allí le aguardan, un buen fajo de dólares que pueda traer a España. Y así pensar en la temporada próxima, ya en 2018, cuando entre otros proyectos, se embarque en la aventura de contarnos su vida a través de televisión.

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