Antonio David Flores vive consumido por la angustia. La revista Diez Minutos muestra al exguardia civil en sus peores momentos, caminando con muletas y con un físico evidentemente demacrado.
Embarcado en un doloroso proceso judicial para defenderse de las acusaciones de Rocío Carrasco, que quieren encarcelar a quien fue su marido, Antonio David se muestra mucho más delgado y serio, incluso en unas imágenes de un momento de relax como las que muestra la publicación.
Antonio David quedó con un amigo para tomar algo en una terraza de Málaga, y solo sonrió cuando su hija Lola de 4 años reclamó su atención.
Cansado y anímicamente destrozado, este ha sido sin duda el peor verano de Antonio David, y su aspecto físico lo demuestra.
Los dos procesos iniciados por su ex, el abierto en el Juzgado de Violencia de Género acusándole de maltrato psicológico continuado y, en segundo lugar, la reclamación de la manutención de sus hijos, que podría provocar una condena de cuatro años de cárcel, han minado sus ánimos. A ello se une que Hacienda le reclama 450.000 euros, lo que sin duda ahoga económicamente al ex de Rocío Carrasco.
Su única tabla de salvación es su familia. Su mujer Olga permanece a su lado como también sus hijos, Rocío y Antonio, que una vez alcanzaron la mayoría de edad prefirieron abandonar el domicilio de su madre para trasladarse a vivir a Málaga con su padre. Un importante consuelo que quizá no podrá evitar una sentencia negativa.