El domicilio familiar de David Bustamante y Paula Echevarría se habría convertido en el principal punto de fricción en la separación definitiva de la pareja. La enorme casa, situada en Villafranca del Castillo, una urbanización de Villanueva de la Cañada (Madrid), mide 500 metros cuadrados y su propiedad se reparte entre el cantante y la actriz al 80 y 20%, respectivamente.
No obstante, tal y como se ha explicado en El Programa de AR, la situación económica un tanto comprometida de Bustamante estaría precipitando la venta del chalet. Según Marisa Martín Blázquez, el domicilio está en "régimen de separación de bienes, pero genera muchos gastos". Debido a que David no está "en su mejor momento económico", y dado que "genera muchos gastos", su intención ahora es venderla.
Pero... ¿por qué no se la queda Paula? Lo cierto es que "ella no la quiere comprar porque podría estar mirando un terreno en la misma urbanización para hacer la casa a su gusto". Otra de las ventajas de esta iniciativa es que Paula podría partir desde cero, sin recuerdos del pasado que influyan en su ánimo.
Lo cierto es que la casa está en venta, aunque no a través de una inmobiliaria sino de una persona de confianza de la pareja. La intención inicial es que la casa fuera la de la hija en común, Daniella. Dado que la intención es que haya custodia compartida, se pretendía que fuera "la casa de la niña y que ellos entrasen y saliesen en función de los tiempos con la niña".
Todo ello siguiendo el ejemplo de Mar Flores y Javier Merino, de forma que el menor no cambie de casa cada semana en función de ese reparto. En todo caso, y a tenor de esta información, el divorcio definitivo es casi un hecho.