Las fotos publicadas por la revista ¡Hola! conMario Vargas Llosa con Isabel Preysler, Tamara Falcó, tres de sus nietas (Josefina, Aitana y Ariadna) y su hijo Álvaro Vargas Llosa, mostrando su faceta familiar durante un homenaje al escritor en Nueva York, no han podido sentar peor en ciertos círculos de la familia.
En concreto, a Gonzalo Vargas Llosa, que tal y como aseguró Federico Jiménez Losantos en la crónica rosa de esRadio, es el mismo "hijo protestón" que "chismorrea en ABC sobre Isabel Preysler para defender a su madre, Patricia, que ya pasa de todo esto".
En el comunicado, Gonzalo asegura estar "sorprendido" con las imágenes tomadas en el acto organizado por la Getty Foundation en la Morgan Library de Nueva York, al igual que sus hijas, que "no tenían ni idea de que habría periodistas en el homenaje académico a su abuelo, y mucho menos que ¡Hola! publicaría imágenes de ellas". En tal circunstancia —explica— "no hubiesen aceptado ir al premio" y "si lo hicieron, es exclusivamente por el cariño y admiración que le tienen a su abuelo".
Gonzalo deja claramente fuera de este "cariño y admiración" a Preysler y su entorno: "Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines: en este caso, para dar la impresión —muy falsa, por cierto— de que tiene una relación con mis hijas".
"En estos dos años y medio desde que comenzó su relación con mi padre, la señora Preysler no ha invitado ni una sola vez a mis hijas a comer o a cenar en privado para poder conocerlas. Eso es exactamente lo que hubiese hecho si quisiera establecer una relación genuina y transparente con ellas. Y no lo ha hecho porque su único interés es la publicidad".
Gonzalo, evidentemente furioso con Preysler, tacha la situación de "lamentable" y asegura que sus hijas jamás volverán a posar en una ocasión semejante.
La respuesta de Álvaro y Mario
El comunicado ha tenido doble respuesta. La primera de Álvaro Vargas Llosa, su hermano, que en sus redes sociales asegura que "todos los miembros de mi familia que estuvimos en ese honroso evento sabíamos quiénes estarían allí y que era un acto muy público. Pido disculpas a mi padre, Isabel y Tamara por las injurias de que han sido objeto hoy a propósito de esa premiación. También agradezco a Isabel y Tamara la generosidad que han tenido para con las nietas de mi padre en el pasado".
El propio Mario Vargas Llosa también ha defendido a Preysler de su hijo, asegurando que sus tres nietas Aitana, Josefina y Ariadna "sabían perfectamente que yo estaría acompañado por Isabel y yo mismo les advertí que habría fotógrafos en el acto. Me alegró que, pese a ello, las tres, que son mayores de edad, se empeñaran en asistir".
Dice Vargas Llosa en este último comunicado, recogido por varios medios —entre ellos Vanitatis— que "sugerir que cayeron en una emboscada o que "la señora Preysler" se benefició económicamente con aquellas fotografías es una calumnia. También es falso que Isabel no haya tenido gestos cariñosos con mis nietas. Hace muy poco, a pedido de ellas, las hizo invitar en Boston a un concierto de su hijo Enrique, quien las recibió y se fotografió con ellas. No haré ninguna otra declaración sobre este asunto".