María Lapiedra lucha por que su amor por Gustavo González salga adelante, pero en el pasado luchaba por otras causas. Corría el año 2014 cuando la stripper, actriz porno, compositora, escritora y filóloga concedió una entrevista en la que hablaba de su exnovio Joan Laporta, uno de los encargados de introducirla en esto del separatismo. "Me explicó que cada vez que yo bostezo Cataluña está perdiendo cuatro millones de euros. Pero a mí me gusta España, yo no soy como él, que cuando le decía que viniera a verme a Madrid se negaba: 'No, no que sólo bajarme a Atocha ya apesta'".
Y es que, a la explosiva rubia podrían considerarla la musa de la independencia catalana, con permiso de Karmele Marchante. Su fidelidad era tal, que el expresidente del FC Barcelona la llegó a reclutar como imagen de su partido, Solidaritat Catalana, durante la campaña previa a las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2010. Aquella relación se rompió, claro, pero María le cogió el 'gustillo' a la política.
En 2015, intentó convertirse en una figura política real presentándose como candidata a la alcaldía en las elecciones municipales de su pueblo natal, Les Borges Blanques con el Partido del Deseo (PDD), que finalmente quedó fuera. Lo tenía todo pensado. "El himno de mi partido sería Un calor que te torras, o 'No me subas el IVA, bájame las bragas", explicaba, y apostaba por la transparencia económica total.
Sus propuestas eran de lo más curiosas, desde hacer nudismo y masturbarse por el pueblo de 12 de la noche a 6 de la mañana, hasta que todo soltero mayor de edad que no quisiera estar solo pudiera disfrutar gratis de una chica de compañía una vez al mes. "Igual que enseñamos nuestras lágrimas, ¿por qué no podemos enseñar el semen o hacer directamente el amor en público?", se preguntaba. "El perfil de mis votantes es el de un joven de 18 a 35 años, aunque también le caigo muy bien a las señoras mayores".
Es inevitable que su caso no recuerde al de Cicciolina, la actriz de cine para adultos que se inscribió en las listas, junto a la también intérprete erótica Moana Pozzi, del Partito dell’Amore. No tuvieron suerte, así que la intérprete húngara nacionalizada italiana fundó D.N.A (Democrazia Natura e Amore) con el que busca regular la prostitución y la adopción homosexual.